lunes, 2 de agosto de 2010

La vida de algunos peces conocidos



¿Alguien no ha visto la última película de Matías Bize?
Yo fui unas semanas atrás a verla al Hoyts de La Reina y no se me había ocurrido comentarlo, pero ahora que leí en la prensa digital que iban a alargar su estancia en las salas de cine nacionales debido a la buena taquilla que había tenido hasta hace unos días, decidí escribir algo.

La vida de las peces me parece una muy interesante película. ¿Buena o mala? Puedo decir que me gustó. Aunque cuando salí de la sala no estaba particularmente entusiasmado, con el pasar de los minutos y los comentarios con mi acompañante mientras disfrutábamos de un sándwich y una cerveza nacional, fui cayendo en cuenta que me había parecido bien atractiva. Una historia sencilla, buenas actuaciones y otras no despampanantes pero tampoco deficientes, música especialmente apropiada para la ambientación tan característica del director y, por sobre todo, una muy bien lograda narración fílmica en cuanto al recorrido de las cámaras por la locación; inmensa y con mucha personalidad propia.

La historia de esta cinta no es sorprendente, pero se hace muy digerible y evocadora. El contexto no es nada muy nuevo para el director, al igual que En la cama contempla un estrato social medio-alto chileno acomodado bien definido de adultos-jóvenes treintones, que por una u otra razón están agobiados, melancólicos y/o deprimidos, ya sea por amores, trabajo, familia y su determinante pasado, en general. Bize tiene todo un cuento por ese lado. Algo denso o plano según algunas opiniones que he recibido, o envolvente e innovador según otras, pero creo que siempre muy declarado y cumplido. Habiendo visto Sábado, que era una arriesgada apuesta sin muchos recursos; En la cama, que me pareció muy atractiva desde el ingenio de no mover a los personajes de la cama del motel y el trabajo psicológico y sociológico de los mismos; y Lo bueno de llorar, que en realidad no me pareció buena, pese al intento de sacar su universo fuera de las fronteras chilenas, con locaciones y actores extranjeros, estimo que La vida de los peces debe ser la que más resuelve y comparte el Universo Bize. Me consideré invitado y presente en su relato, con mucho de conocido y de actualidad.

¿Por qué se llamará así la película?
Quizás sea solo una extraña pregunta, incluso sin respuesta, pero a mí el título me conectó con un espectro de elementos de la película, como historia (o crítica) actual, contemporánea y local, especialmente con las escenas en que los protagonistas vuelven a encontrarse una y otra vez frente (o detrás) de un espectacular acuario. Los acuarios son fabulosos, y sus moradores-prisioneros viven flotando en el tiempo, en aguas estancadas pero transparentes, entre paisajes artificiales que emulan ser lo natural pero que en realidad nunca cambian, según dice la leyenda popular, además, sin memoria de más de tres segundos. Vean ustedes si les hace o no sentido con algo que conozcan de Chile, o con este grupo de personas que nos presenta el guionista y director…

2 comentarios:

  1. hace rato tengo ganas de verla....

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  2. Pero Sol Díaz, haga algo: salga del encierro de su casa y dese una vuelta por su sala de cine más cercana. Porque supongo que no es de esas que adquieren films en la cuneta... ¿no?

    Un abrazo.

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