¿Podrá sobrevivir la cultura popular musical criolla la invasión globalizadora? Esta puede resultar una pregunta algo repetida en estos últimos años (al menos desde el Bicentenario), pero es que acabo de ver un programa en 13C que daba cuenta de un proyecto novedoso en este ámbito.
Googleando, me entero que lo que vi era el segundo capítulo de La Makinita. Un nuevo espacio en este canal de televisión cultural local que busca reunir a músicos chilenos entorno a sus procesos creativos. Pero el de hoy presentaba una ecuación patrimonial moderna muy particular. Conjugando la historia de un colectivo juvenil, denominado Patrimonio Sonoro, junto con la participación de varios exponentes y familias del mundo del chinchín y del organillo, además de la del cantautor Joe Vasconcellos, para orquestar ciertas respuestas hacia el reconocimiento y aprovechamiento de nuestro patrimonio popular audiovisual en la actualidad mediatizada.
Vamos por parte. Todos debemos haber experimentado desde niños los rítmicos e inagotables espectáculos improvisados de los chinchineros en los parques y las plazas de nuestras ciudades. Así como imagino todos recordamos desde siempre la musiquita casi ritual callejera emergida de los organillos que llamaban a las familias a asomarse fuera de sus casas a compartir estas melodías medio circenses junto a remolinos de papel, animales amaestrados o alguna otra sorpresa.
Tampoco es novedad la aparición de Joe Vasconcellos como personaje clave del “grandes éxitos” en cuanto a sonidos de nuestras vidas chilenas, con influencias latinoamericanas y del mundo se refiere. Es cosa de oír sus canciones, buscar sus colaboraciones artísticas o ver sus incontables participaciones en programas televisivos para darse cuenta de su experiencia y amor por el patrimonio popular (sonoro y general).
Entonces solo nos queda por descubrir en esta ecuación, probablemente a varios de nosotros, la existencia del colectivo Patrimonio Sonoro. Señalemos que su objetivo inicial es desarrollar e implementar una estrategia comunicacional para difundir el trabajo artístico de 10 familias y cultores de la tradición del chinchín y el organillo. Esta inquietud, se pretende llevar a cabo mediante la implementación de una plataforma web, la generación de material sonoro, audiovisual, fotográfico e impreso. Para con ello lograr el reconocimiento, la visibilidad y divulgación de la riqueza de esta esfera patrimonial local. Abriendo así nuevos mercados y nuevas audiencias para este arte popular y callejero chileno.
Cabe destacar, finalmente, que tras esta agrupación de jóvenes de diversas áreas profesionales (danza, sociología, ciencias jurídicas, agronomía y diseño) que se acercaron por intereses personales, artísticos y culturales, y luego conocieron a las familias y los cultores de estas tradiciones; está la motivación de trabajar de manera colaborativa en la gestión, promoción y difusión de este patrimonio sonoro clásico y aun vigente. Pues viven y comparten este oficio al igual que sus referentes y “defendidos”.
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domingo, 29 de junio de 2014
domingo, 18 de agosto de 2013
Los Jaivas. 50 años de historia
“¿Cuál fue su motivación para hacer la tesis sobre la gráfica de Los Jaivas?” Con esa pregunta comienza la entrevista que me hizo la periodista Pamela Urbina Alvial, cuando terminaba de escribir el nuevo libro que celebra las cinco décadas de la banda más longeva de la música popular. Paradójicamente, es la misma pregunta que personalmente creo debería hacérsele a ella respecto a éste, su primer libro.
Son varios los hitos que podríamos comentar en estas semanas de fiesta por el medio siglo de Los Jaivas. Desde conciertos mega-masivos, hasta las toneladas de basura en el Parque Forestal. Pero creo que el momento público e íntimo de ayer, 17 de agosto (dos días después del cumpleaños oficial), es símbolo de lo que este hecho significa en lo medular.
A mediodía se lanzó el libro “Los Jaivas. 50 años de historia”, de Pamela Urbina, fundadora y subdirectora de la comunidad Jaivamigos. Felizmente, fui invitado porque colaboré en un capítulo de la obra con mi trabajo de investigación de tesis de pregrado sobre el análisis gráfico y comunicacional de las carátulas del grupo, como testimonio histórico, reflejo de imagen e identidad. Que actualmente puede revisarse en extenso en la publicación digital: “Los Jaivas. Testimonio y Marca” (click para ir a la publicación online).
Fue una ceremonia simple y espontánea, donde la autora junto a Claudio Parra, René Olivares (responsable histórico de la gráfica de la banda), Mario Mutis y Juanita Parra se encontraron y agradecieron mutuamente por la dedicación al trabajo (periodístico, musical y artístico). Luego de los protocolos en el Salón Blanco del Museo de Bellas Artes, todos los presentes, incluidos los artistas, compartieron un coctel y pudieron encontrarse en el hall del museo, donde se podía recorrer la completa y emotiva exposición conmemorativa de los 50 años de la agrupación, con fotografías, pinturas, partituras, trajes, objetos e instrumentos de la vida de Los Jaivas y su entorno.
Cuando ya se había retirado parte del público, y mientras Claudio, Mario, Juanita y René seguían compartiendo, fotografiándose y firmando autógrafos, al igual que la autora del libro; Claudio Parra se sentó al piano en medio de la exposición, en una pequeña tarima, mientras René Olivares se subió a su lado a ilustrar sobre una tela blanca. Poco a poco se unieron Juanita y Mario en percusiones, e inesperadamente, aparecieron desde la calle y entre el público: Francisco Bosco, con su saxo y flautas bajo el brazo, y Alan Reale con una guitarra “de palo”.
Interpretaron alrededor de seis temas, acústicos y acompañados por el coro popular. Con no más de 200 personas y el paisaje del museo, en su esplendor. Un verdadero recital íntimo, simple y transversal. Volviendo a esa esencia familiar de la comunidad. Como para ponerle los pelos de punta a cualquiera que estuviese ahí, mirando, conversando, cantando, bailando y sonriendo. Festejando los 50 años de Los Jaivas, a su lado, sobreponiéndose al paso del tiempo y a la misma muerte, como los mismísimos integrantes históricos de la banda y la comunidad pretenden que ocurra por mucho tiempo más.
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jueves, 3 de enero de 2013
Edición virtual: Los Jaivas. Testimonio y Marca
¿Novedades para el nuevo año? Aprovecho esta vitrina para comenzar el 2013 compartiendo una buena noticia para todos quienes gusten del diseño, la lectura, la música, la historia, la identidad o identidades locales...
Como parte de las celebraciones por los 50 años que cumplen Los Jaivas; se acaba de lanzar el libro digital “Los Jaivas. Testimonio y Marca” del cual soy autor principal. A continuación dejo la presentación del Director General de Chaski Press, Editora Virtual a cargo de la publicación y difusión de este producto online que ha sido construido (y aun con mucho por agregar) con harto respeto y cariño:
“Tanto en los diseños de las carátulas como en los mismos comentarios descarnados, brutales, íntimos, espontáneos y en un lenguaje simple sin concesiones ni correcciones que solamente se puede lograr a través de una entrevista grabada, declaran coloquialmente y en chileno de la calle Claudio y Eduardo Parra a la curiosidad de Manuel Pinto Grünfeld quien al construir esta edición intenta encontrar claves que puedan servir para ir conformando con certeza la historia de la vida y carrera artística de una de las bandas más prolíferas y de mayor influencia en Chile y Latinoamérica.”
LINK PARA LEER LA EDICIÓN COMPLETA (gratis)
Como parte de las celebraciones por los 50 años que cumplen Los Jaivas; se acaba de lanzar el libro digital “Los Jaivas. Testimonio y Marca” del cual soy autor principal. A continuación dejo la presentación del Director General de Chaski Press, Editora Virtual a cargo de la publicación y difusión de este producto online que ha sido construido (y aun con mucho por agregar) con harto respeto y cariño:
“Tanto en los diseños de las carátulas como en los mismos comentarios descarnados, brutales, íntimos, espontáneos y en un lenguaje simple sin concesiones ni correcciones que solamente se puede lograr a través de una entrevista grabada, declaran coloquialmente y en chileno de la calle Claudio y Eduardo Parra a la curiosidad de Manuel Pinto Grünfeld quien al construir esta edición intenta encontrar claves que puedan servir para ir conformando con certeza la historia de la vida y carrera artística de una de las bandas más prolíferas y de mayor influencia en Chile y Latinoamérica.”
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lunes, 27 de agosto de 2012
La Banda de los Poetas en gira
¿Cómo cantarían los grandes poetas chilenos? Quizás pueda sonar algo surrealista, pero hoy puede responderse, al menos parcialmente, a través de la propuesta de Andreas Bodenhofer y La Banda de los Poetas. Que musicalizaron la obra de Vicente Huidobro y Nicanor Parra e hicieron cantar a la Mistral y a Neruda.
Fui invitado al concierto de cierre de su gira en el GAM, que incluía un cancionero de regalo y postales para descargar la música online, cuyo costo era un aporte. El proyecto fue financiado por el Conejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través de sus Fondos para el Fomento de la Música. Y si bien el sonido de la sala del centro cultural no fue el óptimo, mejoró a lo largo de la presentación, con la gracia de estar súper cerca los músicos.
En cuanto al repertorio: ya se habían podido oír muestras de este proyecto, pues al menos tres de sus canciones aparecieron ya en “Frágiles inmortales”; disco de Andreas Bodenhofer de 1998. Donde Pablo Neruda ya cantaba (cuan bolero) su Poema XV, Gabriela Mistral rapeaba País de la ausencia y se escuchaba la versión de Pobre fantasma de la libertad, de Nicanor Parra. Así como también se editaron parte de los temas compuestos sobre líricas de Vicente Huidobro en 1993, en el disco “Besando el abismo”, del mismo compositor, con la voz de una joven Javiera Parra. Pero ahora, la apuesta y puesta en escena, la visita instrumentada a estos poetas chilenos, en complicidad de una banda con ritmos variados, contagiosos y bailables, como cumbias, rock y jazz; es sin duda el valor del proyecto.
Las voces a cargo de Verónica González y Paula Herrera (Amarantha); ambas actrices con envolvente capacidad interpretativa; además de la participación especial de Arantxa Bodenhofer, cantando la entretenida cumbia Molino de viento (letra de Vicente Huidobro). La percusión en manos y pies de Ricardo Vivanco. El bajo virtuoso de Luis Cheul. Saxos y clarinete en boca de Jaime Atenas y Bastián Bodenhofer (quien también acompaña a ratos con percusiones menores o pasajes en teclados). Y cerrando la banda, su director y compositor: Andreas Bodenhofer, con su cabeza en los teclados.
Un fantástico viaje al pasado inacabable del siglo XX en Chile y su poesía. Proyectado un futuro cultural, armónico, con harto de fusión y creatividad que a ratos se hermanan con estilos tipo Congreso o alguna sonora. Lamentablemente, la respuesta frente a mi pregunta de si habría registro documental del show fue negativa. Me gustaría poder recomendar un disco o video del concierto, pero al parecer la gira por la zona centro de nuestro país (de entrada gratuita en todo Chile menos en el GAM), será un privilegio sólo para quienes asistimos. Aunque algo se puede encontrar del trabajo de esta banda y de su director, Andreas Bodenhofer, en la red de redes.
Links relacionados a Andreas Bodenhofer: Sitio del artista y Portal de su música.
Fui invitado al concierto de cierre de su gira en el GAM, que incluía un cancionero de regalo y postales para descargar la música online, cuyo costo era un aporte. El proyecto fue financiado por el Conejo Nacional de la Cultura y las Artes, a través de sus Fondos para el Fomento de la Música. Y si bien el sonido de la sala del centro cultural no fue el óptimo, mejoró a lo largo de la presentación, con la gracia de estar súper cerca los músicos.
En cuanto al repertorio: ya se habían podido oír muestras de este proyecto, pues al menos tres de sus canciones aparecieron ya en “Frágiles inmortales”; disco de Andreas Bodenhofer de 1998. Donde Pablo Neruda ya cantaba (cuan bolero) su Poema XV, Gabriela Mistral rapeaba País de la ausencia y se escuchaba la versión de Pobre fantasma de la libertad, de Nicanor Parra. Así como también se editaron parte de los temas compuestos sobre líricas de Vicente Huidobro en 1993, en el disco “Besando el abismo”, del mismo compositor, con la voz de una joven Javiera Parra. Pero ahora, la apuesta y puesta en escena, la visita instrumentada a estos poetas chilenos, en complicidad de una banda con ritmos variados, contagiosos y bailables, como cumbias, rock y jazz; es sin duda el valor del proyecto.
Las voces a cargo de Verónica González y Paula Herrera (Amarantha); ambas actrices con envolvente capacidad interpretativa; además de la participación especial de Arantxa Bodenhofer, cantando la entretenida cumbia Molino de viento (letra de Vicente Huidobro). La percusión en manos y pies de Ricardo Vivanco. El bajo virtuoso de Luis Cheul. Saxos y clarinete en boca de Jaime Atenas y Bastián Bodenhofer (quien también acompaña a ratos con percusiones menores o pasajes en teclados). Y cerrando la banda, su director y compositor: Andreas Bodenhofer, con su cabeza en los teclados.
Un fantástico viaje al pasado inacabable del siglo XX en Chile y su poesía. Proyectado un futuro cultural, armónico, con harto de fusión y creatividad que a ratos se hermanan con estilos tipo Congreso o alguna sonora. Lamentablemente, la respuesta frente a mi pregunta de si habría registro documental del show fue negativa. Me gustaría poder recomendar un disco o video del concierto, pero al parecer la gira por la zona centro de nuestro país (de entrada gratuita en todo Chile menos en el GAM), será un privilegio sólo para quienes asistimos. Aunque algo se puede encontrar del trabajo de esta banda y de su director, Andreas Bodenhofer, en la red de redes.
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sábado, 30 de junio de 2012
Cueca: familiar, sabrosa, gimnástica y democrática
¿Se han dado cuenta que incluso el que baila mal se ve bien en la cueca? Y me permito robarle este pensamiento al bizarro y carismático Paul Paico, maestro de ceremonia (y autodenominado “clown”) del evento gastronómico y musical criollo, que tuvo lugar hoy sábado por la tarde en pleno centro de Santiago.
La invitación era a una “fiesta familiar” a hora de almuerzo, comenzando el fin de semana largo en el Club Social de los Antiguos Deportistas Juan Ramsay, cuyo nombre hace honor al padre del fútbol santiaguino e importante gestor del deporte local y nacional chileno. Todo esto con el objetivo de reunir fondos para la producción del tercer disco de estudio de La Gallera, quienes junto a sus amigos de Los Piolas del Lote y El Parcito, amenizaron la jornada.
Pasadita la hora de inicio señalada en los avisos, frente a la conducción del mencionado Paul Paico, ya habían más de diez mesas aprovechando la promoción que incluía almuerzo además del derecho a mesa, música en vivo y zapateo. Número de asistentes que fácilmente llegó a duplicarse con el pasar de las horas, contemplando gente de todas las edades.
El local: familiar y acogedor. Repleto de historia deportiva e hitos nacionales que pueblan sus muros. Como la valla de salto ecuestre que marca un record imbatible en esa disciplina, copas y premios en vitrinas, pósters e imágenes de algunos héroes. Guirnaldas y señalética hechas a mano, al puro estilo de las sedes comunitarias o quintas nacionales. Y varios miembros del Club, hombres y mujeres de basta experiencia, que pasaban de ida y vuelta hacia el gimnasio del fondo del terreno.
La comida: muy sabrosa y bien local. Un buen trozo de carne a la cacerola o pollo, con puré o arroz, todo recién hechito. Paneras para compartir en cada mesa, más pebre del típico pastoso y engañoso para untar. Y una cañita de vino por persona. También ofrecían otros comistrajos como empanaditas fritas de queso, frescas y bien rellenas, y bebestibles varios, como cerveza, borgoña, terremoto, jugos y bebidas de fantasía.
La música: gimnástica y propia. Con excelentes ritmos chilenos entregados por los sencillos y simpáticos interpretes que invitaban a todos a levantar polvo y sacudir pañuelos. Un ambiente especial para pasarla bien con los cercanos, aprovechando de bajar la comida con el ejercicio de la cueca (haciendo honor al local) y juntar sed para volver a la mesa cada tres patitas.
La cueca: democrática. Como pegamento de los tres ítemes anteriores. Dando cabida a todos los que se atreven. Sin importar si lo hacen bien o mal, rítmica o arrítmicamente, fuerte o pausado, en parejas o con amigos, entre amigas, con familiares o desconocidos.
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sábado, 21 de enero de 2012
El documental de Los Bunkers

¿Alcanzaron a verlo? Hace algunos días vi en mi computador “Los Bunkers. Un documental by Sonar”. Lo había descargado en diciembre y aun no lo veía, y parece que lo bajé a tiempo, porque acabo de notar que ya no se puede descargar ni reproducir online.
El documental me gustó. Excelente producción; la calidad del HD espectacular, un llamativo trabajo de fotografía, texturas y colores; y ni hablar del sonido, su edición. No soy un gran seguidor de la banda, pero el documental es bien sencillo e íntimo y te introduce rápidamente a su mundo. Cercano y real, sin guiones, hace que el tiempo pase volando y hasta se les agarra cariño o algo de pena a los músicos penquistas, inmersos en la vorágine del espectáculo, la migración y los cronogramas apretados.
Como admirador de la cultura chilena, en todas sus formas, y como músico del alma, para mi es conmovedor y entretenido ver que todas las bandas viven más o menos cosas parecidas. Lo bueno, lo malo, lo lindo y lo feo. Como en cualquier grupo de amigos, como en cualquier grupo de trabajo, como en cualquier familia. Particularmente en el caso de Los Bunkers esto último es bien particular, porque son dos parejas de hermanos: Francisco y Mauricio Durán, Álvaro y Gonzalo López, junto a Mauricio Basualto. Pero cada uno asume que la sinergia es la que los afirma y que cada cual por su cuenta no tiene la fuerza de la banda, más allá de quiénes son los que más (o mejor) componen, los más talentosos, los más carismáticos, los más sensibles, los más responsables o los más complicados.
Además, aquí se muestra de forma bien cruda parte del proceso creativo y de producción musical de sus últimas etapas. Desde los livings de sus hogares, hoteles, en salas de ensayo, estudios de grabación, pruebas de sonido y conciertos, así como en los momentos intermedios, de fiesta, descanso, tránsito y diálogo.
Ya sea en Concepción, Santiago, Chile, México, Latinoamérica o Estados Unidos, es claro que Los Bunkers son premiados transversalmente y de propiedad comunitaria. Y este ha sido un gran año para la banda. Por eso aplaudo que no se intenten establecer o posicionar como una entidad superior e intocable (lo que si pasa con otras bandas o artistas). Este producto audiovisual, dirigido por Pascal Krumm, el mismo personaje a cargo del video clip de Ángel para un Final, de su último disco Música Libre (tributo a Silvio Rodríguez); es un hallazgo en ese sentido, tanto para fanáticos o curiosos. Compartiendo un fragmento reciente de la historia de esta joven agrupación, existente desde 1999, con seis discos a su haber y ya comenzando a proyectarse incluso en Norteamérica. Por eso, no es raro que haya sido galardonado como el “Mejor documental nacional” en In Edit Nescafé 2011, y descargado por más de 170.000 navegantes… Lástima que ya no se pueda bajar, para quienes ahora se tienten y no lo hayan hecho.
Link relacionado: Sonar FM
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lunes, 28 de noviembre de 2011
Bienvenido el Jazz a la Vega

¿Supieron de este singular evento? Este fin de semana recién pasado se hizo el Primer Festival de Jazz a la Vega, y con entrada liberada. Vinito de honor, palabras de cortesía y a disfrutar de la música en uno de los patios centrales de esta histórica feria santiaguina que por vez primera se vestía con sonidos jazzeros.
El vino de honor en un salón de la administración de la Vega Central, emperifollado para la ocasión, bien rico (aunque puede venir de cerca la recomendación, ya que participé en su organización); un ensamblaje tinto fresco, especial para las tardes calurosas de nuestra capital, además de jugos y agua para los pocos que no toman vino y los tantos acalorados. Acompañado por frutos secos adquiridos en la mismísima Vega. Maní, salado y natural, pasas, ciruelas e higos. Luego algunas palabras de buena crianza y bienvenida del presidente de los locatarios y a disfrutar del jazz frente a un escenario instalado en uno de los patios centrales de estacionamientos del recinto. Buena instalación y sonido. Muy agradable, especialmente cuando ya el sol se escondió.
En cuanto al show, el viernes se presentaron el Tío Valentín Trujillo y sus músicos, demostrando que está más parado y vigente de lo que muchos creen, con un enorme repertorio y sencillez, sacando decenas temas de su piano. Luego Mocca y su “Jazz Killer Show”, donde el histrionismo y calidad de baile y canto (en francés, inglés y alemán) de esta simpática diva cabaretera junto a su montaje audiovisual y un excelente trío de músicos, dejó perplejos hasta a los perros que habitan en la Vega. Y cerrando esa primera jornada estuvo La locomotora del swing, dirigida por el particular trombonista “Parquimetro” Briceño, y grandes músicos de las épocas de oro de los combos y big bands chilenos, donde incluso figuraba un trompetista de la Orquesta Huambaly. Tremendos.
Lamentablemente el día sábado me lo perdí por temas ajenos, pero me enteré gracias a gente de la Vega que estuvo también muy bueno. Tocaron: Andrés Pérez Quinteto, Conchalí Big Band y Jazzimodo. Dando cierre a una interesante y original iniciativa cultural organizada por la Vega y el Colectivo Mapocho, muy correctos y creativos en su gestión.
Las cuentas al parecer fueron todas alegres. Buen marco de público, positivo desarrollo del cronograma, alegre recepción de los locatarios y vecinos, además de un espectáculo de calidad y bien a la chilena, con un paisaje singular y cercano para quienes frecuentamos este lugar en nuestro abastecimiento constante para la cocina, y cada vez más insumos y productos de lo más variados. Tanto es así, que ya comentaban los del Colectivo Mapocho la proyección internacional que tendría el festival para su segunda versión, el próximo año. Habrá que esperar.
Que bueno que se deje de lado esa visión de que el jazz es una suerte de arte elitista y sectario. Con este festival quedan en evidencia las gracias de la fusión del jazz clásico, con la antigua música bailable y la música tradicional y popular chilena. Actual, versátil y transversal; es bienvenido en este escenario fabuloso. Si quiere jazz a la vena, podrá encontrarlo ahora en la Vega.
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miércoles, 17 de agosto de 2011
Violeta se fue a los cines

¿Vieron la película de la Violeta? Y ojo que esta pregunta no es solo relativa a las ganas o interés de asistir a este estreno nacional, también depende de si lograron encontrar entradas o incluso entrar a su cine preferido estos días, con fin de semana largo y todo, donde las salas colapsaron.
Sin entrar a contar la película, que imagino a nadie le causaría gracia si no la ha visto, es bien notable lo que ha pasado hasta el minuto con el fenómeno Violeta se fue a los cielos. Este homenaje a la folclorista, cantautora, pintora, bordadora y ceramista ha sido un éxito de taquilla en sus primeros días, por sobre varias ofertas internacionales, agotando funciones y generando filas larguísimas en los cines locales. Con decirles que en La Reina este fin de semana, la gente estaba desde el tercer piso bajando por las escaleras hasta la mitad del primer piso haciendo cola. Cosa extraña si pensamos cuánta “bola” se le da cotidianamente a Violeta Parra y otros personajes de la historia y cultura chilena más cercana. O si tomamos en cuenta frases para el bronce como una que me tocó oír saliendo del cine: “Que fome. No pasó nada que no se sepa en la película”.
Pese a que sería raro ver grandes novedades en una cinta de tipo biográfica o de retrato de personajes reconocidos, y que imagino que la mayoría se sienta en la sala de su cine favorito a verla sin esperar explosiones, autos voladores o animales parlantes, tengo dudas si acaso realmente todos los chilenos sabemos todo lo que nos comparte esta película. Y si es cierto que conocemos y valoramos tan bien la historia y obra de Violeta Parra, es bueno recordar que cualquier obra cinematográfica (o de otro tipo) con este perfil, debiera, ojalá, transmitir para otros lugares a estos personajes y sus historias, como parte de nuestra propia historia y cultura chilena. Y latinoamericana.
En lo personal, me parece una apuesta de gran valor. La actuación de Francisca Gavilán: formidable, pues además de muy creíble y estudiada, hasta canta igualito. La fotografía y textura de la película son protagónicas, dándole una atmósfera bien particular y envolvente sumadas a la música y la narración. Los paisajes donde pasean los personajes casi pueden palparse y olerse.
Lamentable que como comenta su director Andrés Wood en varios medios de prensa; no se hayan hecho más copias para que la cinta llegué a más salas, pese a que lo solicitaron, evitando tanto atochamiento donde ya está y brindando la opción a más gente en más lugares de verla. Con estos hitos contemporáneos nos damos cuenta de que se puede hacer cine exitoso en Chile y que la gente está con ganas de seguir estos proyectos, sin desmerecer el excelente trabajo de producción, gestión y difusión de los responsables de Violeta se fue a los cielos.
Espero ansioso más productos de este tipo, mientras se consiguen ideales de otra índole como lo que plantea Álvaro Henríquez por estos días, respecto a lo necesario que se hace que nuestros estandartes modernos como la Violeta pasen a ocupar sitiales cotidianos de peso, en billetes, monedas u otros, que nos acerquen a fragmentos de nuestro país y nuestra gente, del arte, historia y cultura de carne y hueso de nuestra identidad.
Link de la película: Violeta se fue a los cielos
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lunes, 1 de agosto de 2011
Cueca brava sobre el antiguo Matadero Franklin

¿Permanece parte de nuestra cultura criolla sobre la cuasi-desarrollada capital? Un interesante dato: El Club Matadero, centro cultural y salón de baile, está ubicado en pleno barrio Franklin, en un segundo piso por Santa Rosa, entre las calles Bío Bío y Placer, y se levanta, justamente, sobre el antiguo matadero.
El local, bien agradable y acogedor. Se puede acceder de fácil manera en micro o metro a solo un par de cuadras. Lo que si, a las horas que se sale (se haya comido y bailado cuanto sea) debe estarse dispuesto a caminar, esperar o compartir un taxi. Para quienes no vivimos por el sector, claro está. Se trata de un espacio mediano con aires y decoración tipo "Quinta de recreo", en la cual hay una barra sencilla entrando a la izquierda, mesas de distintos tamaños, sillas, pisos y bancas concentradas hacia un lado, y un escenario al fondo, que según los entendidos, se ha transformado en el último año en un muy buen escenario para la cueca local en la capital chilena. Lo que no quita que en ese lugar se lleven a cabo variadas acciones de arte y cultura.
Sorprendente la cantidad de gente que puede llegar a juntarse los días de eventos, a tal punto que queda poco espacio para desplazarse o incluso animarse a bailar un par de patitas. La atmósfera es muy entretenida. Un sonido a resaltar para las características del local y la carta propuesta súper llamativa; con empanadas, sanguches de pernil, botellas de vino, cervezas, terremotos y combinados, entre otros manjares para amenizar la noche, aunque pueden tener la mala suerte de ir un día de mucha concurrencia y tener que aguantar hambre y sed por un rato mientras se reabastecen.
Muy positivo que sigan abriéndose y ampliándose los espacios para la escena cuequera (brava, chora, tradicional o la que se quiera) incluso en nuestra ciudad, a veces falto de ritmo y sobrante de individualismo y contaminación. Habrá que darle las gracias y los aplausos correspondientes a quienes plantaron estas semillas de “rescate” o “re-popularización” de la cueca chilena. Tanto músicos de las últimas épocas de gusto masivo que han vuelto a colocar ritmos y a viejos baluartes de este estilo sobre los escenarios, como Álvaro Henríquez, así como también las bandas jóvenes (y no tanto) que cada día son más en esta área. Daniel Muñoz y los 3 x 7 Veintiuna, Los Trukeros, Las Capitalinas, La Gallera, De Caramba, Calleboca y tantos más. Lo anterior sumado a los inolvidables sobrevivientes de la continua historia criolla musical, se ve aumentado con la fauna diversa que goza de lo lindo en este tipo de recintos oyendo, viendo y bailando junto a ellos.
En fin, en Club Matadero la organización puede llegar a verse sobrepasada por la masa de asistentes y se torna un poco agobiante el aire entre el pucho y el calor humano, pero esto demuestra lo prendido que está este centro cultural y salón de baile. De todos modos, me alegro por la propuesta y se los recomiendo a todos quienes gusten oír buena música en vivo, degustar clásicos criollos a precios razonables y, por supuesto, pegarse unas buenas patas de cueca, y también las infaltables cumbias pachangueras envasadas.
Enlace: Club Matadero
martes, 11 de enero de 2011
Se buscan talentos chilenos (todavía)

¿Será que los programas de televisión local aun no dan con verdaderos talentos criollos o que hay una sobredemanda de ellos? Desde el inolvidable e inmortal Chacal de la trompeta, compañero de pantalla de Don Francisco en Canal 13, hasta el próximo estreno en TVN de Factor X Chile con la conducción de Julián Elfenbein, han sido decenas los programas buscatalento los que han reclutado, enfrentado y premiado personajes en Chile, para luego estrujarlos y/o dejarlos desaparecer, sin importar el talento por el cual supuestamente fueron sacados del anonimato.
El precedente del Chacal de la trompeta es interesante, pues demuestra cómo desde hace ya varias décadas los chilenos medios se prestaban para el juicio público y posiblemente las burlas en televisión abierta, creyendo férreamente en que su talento y un poco de suerte los harían transformarse en flamantes ganadores del programa y, por qué no, las nuevas super estrellas musicales para Chile y el mundo. Pero esta pequeña sección en el programa Sábado Gigante fue seguida por diversos formatos que hasta el día de hoy continúan apoderándose de la programación de todos los canales, con apuestas cada vez más millonarias en cuanto a inversión y despliegue de producción, llegando a gestionar enormes Galas transmitidas en vivo con grandes cantidades de público por todo el país o a comprar formatos internacionales de exitosísimos shows, como lo acaba de hacer TVN con Factor X Chile, cuyo formato original es propiedad del productor musical Simon Cowell, conocido por su relación como jurado o creador de programas como Amercian Idol y Got Talent (traído a Chile por Chilevisión bajo el nombre de Talento Chileno).
Si hacemos un pequeño barrido televisivo, desde fines de los años noventa a la fecha, nos encontramos con programas en todos los canales: Nace una estrella, Protagonistas de la Música y Fama en Canal 13; Rojo, Fama contra Fama y pronto Factor X en TVN; Operación Triunfo Chile en Mega; y Talento Chileno en Chilevisión, entre otros que se nos puedan escapar. Quizás exista tanto talento criollo que valga la pena invertir y seguir descubriéndolos, o puede que pese a todos los intentos aun no se haya dado con verdaderos talentos locales, o, en el mejor de los casos, que la demanda por cantantes y bailarines sea tal en Chile que se requiera de estar levantando año a año al menos un par de nuevas estrellas.
¿Qué pasó con todos aquellos personajes que salieron exitosos de todos estos programas? Ganaron distintos formatos de programas buscatalento entre cientos de desconocidos, se hicieron de suculentos premios monetarios, otros no tanto, grabaron discos, participaron en nuevas versiones de programas, se cambiaron a otros canales, jugaron en otros proyectos y roles, llegaron al cine y, lo más generalizable es que se hicieron famosos, aunque son pocos los que han logrado mantenerse vigentes, y no necesariamente haciendo gala de lo que los llevo a los castings, o sea: el canto y el baile, sus talentos.
No sé si necesitemos de más programas buscatalento para que sigan formando estrellas por la eternidad o estamos tan amarrados a nuestra rutina anónima (cantando en la ducha y bailando en matrimonios) que queremos seguir viendo como otros desconocidos con algo más de gracia logran la gloria, triunfan o se destruyen frente a todo Chile. Al menos es seguro que tenemos muchos talentos… o somos fáciles de sorprender.
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martes, 8 de diciembre de 2009
Congreso popular en el Teatro Municipal

¿Han presenciado una banda popular acompañada de una orquesta? Fue hace ya varios días, pero recién me encuentro con un tiempo tranquilo para poder compartir mi asistencia al concierto de Congreso junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago en el Teatro Municipal, el pasado jueves.
Puede sonar contradictorio, pero el encuentro por los cuarenta años entre cientos de personas y el grupo fue íntimo, potente y emotivo. Yo no había estado nunca en el Teatro Municipal, y la verdad es que el recinto me pareció sorprendente; la construcción, el decorado, la iluminación, etc.
Salió la orquesta e hizo una introducción envolvente para luego recibir al grupo en su actual formación, que mantiene de los históricos solo a Tilo González, percusionista y compositor, y Francisco Sazo en la voz. De todas formas, cada tema del recuerdo, arreglado junto a la filarmónica evocó paisajes y momentos con fuertes raíces latinoamericanas, chilenas y mucha mística atmosférica.
Congreso apareció entre el año 69 y el 70 mezclando la música étnica y contemporánea, aunque su obra pareciera no tener fecha de vencimiento. Su historia está llena de éxitos, al punto que han compartido escenarios por el mundo con artistas de la talla de Peter Gabriel, Sting, Rubén Blades y Mercedes Sosa. Hoy, sumados a la Filarmónica de Santiago demuestran calidad y experiencia, además de trascendencia, reflejado en los distintos tipos de personas y edades que fueron a los dos conciertos realizados el 2 y 3 del presente mes.
Esta transversalidad y mantención en el tiempo logró que la multitud aplaudiera y coreara canciones en el Teatro Municipal, algo poco usual en este tipo de lugares. Me alegra que se conjuguen escenarios históricos y apoteósicos con grupos insignes populares, salidos del núcleo mismo del pueblo chileno.
Hay que admitir que el concierto fue cansador desde las butacas laterales. Las entradas previenen claramente que la visión desde los asientos laterales y también desde los más altos es parcial y uno va consciente de ello. El cuello y la espalda quedaron algo resentidos por el intento de ver el show entre tanta gente bailando, poniéndose de pie o casi colgándose por los balcones. Pero es parte de la efervescencia que se generan en estas situaciones, con un grupo grande de personas viviendo una buena presentación, disfrutando de temas reconocidos a lo largo de nuestras tierras como En todas las esquinas, Cacharpaya, Vuelta y vuelta o Volantín de plumas.
Fue una muy grata noche y un espectáculo sin errores. Los históricos del grupo demostraron su vigencia y pasión, sus actuales compañeros un gran manejo y enorme técnica instrumental, y la orquesta la finura y potencia que le brinda un conjunto de instrumentos clásicos bien ejecutados y dirigidos a engordar cualquier estilo de música. Definitivamente, aplaudo la iniciativa tanto como el resultado.
Referencias: Concierto por los 40 años de Congreso junto a la Filarmónica de Santiago. Congreso.scd.cl
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viernes, 2 de octubre de 2009
Los Jaivas de cerca

¿Han visto a Los Jaivas en vivo y conversado con ellos? Este miércoles en la noche presencié una presentación de Los Jaivas, con temas clásicos de siempre y otras joyitas musicales del baúl de su historia. Pero esta vez el formato fue distinto, no era un gran festival ni un estadio repleto, sino la Sala SCD de Bellavista, que pese a estar llenísima, fue íntima, cercana y muy potente.
La convocatoria era dentro del Ciclo Movistar Música, conducido por Sergio Lagos y transmitido por Radio Uno y Canal 13, algunos de los patrocinadores. La gracia de este proyecto es que no solo puede verse a la banda invitada tocando desde cerca y por alrededor de tres horas, sino que, además, Sergio Lagos generó una conversación muy cercana y en confianza entre canción y canción, formula que le acomoda mucho y le sale con una naturalidad muy agradable. Más encima, comparte el micrófono con el público, para quien quiera comentar, preguntar o agradecer a los músicos.
Aún quedaba media hora para que abrieran las puertas y, junto a mi mamá y mi hermana nos encontramos con una fila de gente que ya llegaba a mitad de cuadra. Se podía preveer que la sala estaría bastante colapsada, pues para quienes no la conocen es más bien pequeña, pero el marco del encuentro hizo que importara poco que al entrar al local tuviéramos que ver el show de pie y algo apretados por momentos.
La música estuvo exquisita. El recinto se presta para un sonido preciso y envolvente, donde se sentían bastante bien todos los acordes del piano de Claudio Parra, las notas del bajo de Mario Mutis, los ritmos ceremoniales de Juanita Parra, los acompañamientos virtuosos de Carlos Cabezas, los solos de Ankatu Alquinta y la atmosfera de múltiples instrumentos de Francisco Bosco, enlazados con las melodías vocales que todos conocemos y las poéticas líricas creadas por Eduardo Parra, Gato Alquinta y el resto del grupo, junto a otras adoptadas y adaptadas de grandes de nuestro arte, como Violeta Parra y Pablo Neruda.
Pero no es novedad que haya sido muy buena la música, pues Los Jaivas se caracterizan por su técnica y entrega instrumental. Lo más llamativo para el público en general fue el encuentro cara a cara con estos personajes con tanta historia que compartir, y de forma tan familiar. Como comenté en un post anterior, yo tuve la suerte hace algunos años de conocer personalmente a Claudio y Eduardo Parra (ausente en esta oportunidad por estar instalado en París la mayor parte del tiempo desde hace algunos años) y sé lo accesibles y amables que son, pero no tanta gente ha tenido esa suerte.
Los Jaivas son de carne y hueso y viven entre nosotros. Puede ser un tanto obvio, pero alrededor de los ídolos siempre se crea una suerte de imagen divina. Varios asistentes tomaban el micrófono para alabarlos y agradecerles la oportunidad de tenerlos a unos pocos metros y conversar con ellos de tu a tu. Mientras ellos, entre bromas y decenas de anécdotas sabrosas, se deshicieron en agradecimientos infinitos hacia la gente, que es la que los mantiene vivos, pese a la muerte de algunos miembros y al duro paso del tiempo, haciendo su arte y compartiéndolo día a día. Compartiéndolo no solo con sus contemporáneos de generación, sino incluso con niños que pidieron a sus padres acompañarlos al concierto, así como yo mismo (ya no tan niño) que junto a mi hermana, asistimos con mi madre, para disfrutar del suceso en familia, con Los Jaivas como parte anexa a ella por esa noche.
Información: Mi asistencia al concierto de Los Jaivas en en Ciclo Movistar Música el día Miércoles 30 de septiembre de 2009.
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sábado, 29 de agosto de 2009
Cueca... ¿típica chilena?

¿Han oído ya las primeras cuecas a lo lejos? Nos acercamos cada vez más a la fiesta nacional del 18 de septiembre, además a un año del bullado Bicentenario nacional, y se comienzan a percibir el aroma a chicha, el sabor a asado y música, principalmente de cueca, por los rincones. Es peculiar que nuestro paisaje, sobre todo en las ciudades, se vea tan modificado por los días de las fiestas patrias, casi transformándose en otro lugar, en el que se vive la nacionalidad de manera cotidiana y conciente.
Son muchos los elementos “típicos chilenos” que aparecen en las festividades criollas, pero varios de ellos, como buen país mestizo y en el cual los cortes históricos han sido bastantes y muy marcadores, suelen generar discusiones acerca de la real chilenidad de sus orígenes, atribuyéndose algunos a España, otros a Perú, Bolivia, Argentina, etc. Los asados, las chupallas, el pisco, las corridas de caballos, las empanadas, los juegos chilenos y hasta la mismísima cueca tienen una nacionalidad discutible, pero de alguna forma llegó a instaurarse en el imaginario colectivo la postal del huasito y la china cuequeando con sus pañuelos al viento.
Se supone que a nuestro país la cueca llegó desde Perú alrededor del 1800. Desde entonces sería apropiada por distintos pueblos chilenos que le darían forma a la cueca tal y como la conocemos ahora, además de sus variantes, como la cueca nortina o la cueca chilota. También hay versiones que ligan sus orígenes a España, África y Arabia. Vale mencionar que hoy en día se bailan danzas similares en países como Bolivia, Argentina y Colombia. En Chile recién se oficializaría como baile nacional en 1979, bajo el régimen de Augusto Pinochet.
El baile de la cueca representa el cortejo entre el hombre y la mujer, o el asedio del primero a la segunda. Ambos bailarines, que se mueven de manera independiente, llevan un pañuelo en su mano derecha con el que adornan sus actos.
Pero, pese a ser una institución chilena, de la cueca solo se conocen unos pocos ejemplares. El guatón Loyola, La consentida, La rosa y el clavel, Chicha de Curacaví o La Violeta y la parra. En cada localidad e incluso momento histórico han nacido cuecas alusivas y muy distintas entre ellas y son bastantes los grupos que viven de la cueca, de varios colores políticos, localidades o grupos socioeconómicos, como los clásicos Quincheros, la insigne Margot Loyola, Nano Núñez, la dinastía de Los Parra o el grupo 3x7 veintiuna, encabezado por el actor Daniel Muñoz, cuya propuesta es de “cuecas bravas”, una vertiente popular y picaresca del estilo, que ha llevado a un sector juvenil a acercarse un poco más a esta música y sus tantos contenido.
Tengan preparado un pañuelo salvavidas y quién sabe si con unos vasitos de chica o piscola, en alguna ramada, la banda de turno hace un aro entre las cumbias y rancheras y terminan lanzándose a bailar una cueca. Mientras su baile supere al de Lagos Weber tiempo atrás, al menos pasaran desapercibidos en el montón.
Referencias: Enlaces.ucv.cl / Jaja.cl / Wikipedia.org
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jueves, 13 de agosto de 2009
El regreso de "La Negra Ester"

¿Se enteraron de que “La Negra Ester” cumplió 20 años y volvió a las tablas? El estreno histórico de “La Negra Ester”, mítica obra teatral chilena, ocurrió el 8 de Diciembre de 1988, una fría noche en la comuna de Puente Alto. Cumplidos sus 20 años de vida, “La Negra” (como se conoce actualmente en el ámbito teatral) vuelve al escenario del Teatro Oriente para celebrar junto al público durante el presente mes de Agosto.
De aquel estreno del que nadie parecía esperar demasiado, pero que logró aparecer en la portada de la Revista Wikén, entre otras cosas, es poco el equipo humano que continúa. Del elenco original, con Rosita Ramírez, Boris Quercia, María Izquierdo, Willy Semler, Aldo Parodi, Horacio Videla, Manuel Oyarzún y Roxana Campos, entre otros, solo se podrá ver a la mismísima Negra, Rosita Ramírez en escena. De los músicos, se mantienen Custi Aste y Jorge Lobos, faltando Álvaro Henríquez y Mario Bobadilla. Y por último, Andrés Pérez, director emblemático de la obra y del Gran Circo Teatro hasta su muerte en el año 2002, es reemplazado por Rosita Ramírez en esta ocasión, aunque aún es Pérez quien aparece en los créditos.
“La Negra Ester” nace basada en una historia real protagonizada por Roberto Parra, “El Tío Roberto” del clan de los Parra, hermano de Violeta, Nicanor y Eduardo, fallecido en 1995. El relato musical se escribe en décimas. En primera persona, el montaje se desarrolla mayormente en un prostíbulo de San Antonio, donde un cantor chileno, Roberto, se enamora de una prostituta, La Negra Ester.
¿Cuál fue la fórmula del éxito de esta obra? Es interesante que habiéndose llevado a cabo casi en base al trabajo de improvisación y prueba-error, montándose en carpas de circo, en las calles, canchas y galpones, “La Negra Ester” se haya convertido en un éxito de taquilla, no solo en Chile, sino también en Estados Unidos y parte de Europa. Vestuarios grandiosos, máscaras, música en vivo, un fuerte trabajo corporal y expresivo generaron durante años, con cambios de equipo incluidos, una conexión y complicidad nunca antes vista con los espectadores. Su distintivo está en los detalles del montaje mismo, como en la mezcla músico-actoral y el reflejo del Chile popular, de la idiosincrasia y las relaciones sociales de parte importante de nuestra identidad, con personajes y situaciones notables.
El Gran Circo Teatro, junto a otras compañías como El Teatro del Silencio y El Teatro de La Memoria dieron pie al “nuevo teatro chileno”, y abrieron la oportunidad de presenciar propuestas originales y atractivas para todo público.
Personalmente he oído muchas veces la música del obra original y he visto el montaje por televisión. A ver si me ánimo y consigo compañía para ir a ver al teatro, al menos, esta reedición de “La Negra". Y si tengo la suerte de conseguir entradas porque ya están agotadas para las próximas 3 funciones.
Referencias: ¿Cómo comenzó la leyenda de “La Negra”?, Revista Wikén, Diario.elmercurio.cl / Emol.com / Deculto.com
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lunes, 10 de agosto de 2009
Silenciosa feria cultural en Estación Mapocho

¿Supieron de la muestra artística-cultural de este fin de semana? El pasado viernes fui a Estación Mapocho a la inauguración de la Feria Nacional de Arte y Cultura, con la participación de 120 barrios con escasez de recursos y aislamiento geográfico de Chile. La actividad estuvo a cargo del programa Creando Chile en mi Barrio con el apoyo de la Fundación Ideas. La entrada era liberada y la muestra tendría de todo un poco hasta su cierre el domingo.
Como buen primer día temprano no había mucha gente más allá de los mismos organizadores, los grupos a cargo de los puestos y los invitados especiales como Joan Jara y Karen Connolly, y los músicos de Ángel Parra Trío, acompañados del Tío Valentín, quienes se tomarían el escenario después. También estaba la Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, seguida de cerca por el grupo de prensa presente. Ella misma hizo las veces de animadora en el show de puntapié inicial, y la verdad es que su enérgica locución bien amplificada fue un tanto agotadora.
Mientras se desarrollaba el show en el sector del escenario, el recorrido de la exposición se encontraba casi desierto, lo que aprovechamos algunos para dar la vuelta sin apuro, mirar con calma, sacar fotos e incluso degustar algunos de los alimentos típicos de distintas zonas que se vendían en el rincón gastronómico.
La muestra estaba organizada con emulaciones de kioscos, sedes comunitarias, comedores, una plaza, un mural y una canchita de fútbol, entre otros.
Actividades culturales, artesanía, gastronomía, foros y música en vivo se mezclarían durante los tres días del montaje, pero ese día temprano aún no había suficiente ambiente, y, siendo sincero, se sentía el recinto un poco mal aprovechado. Quizás repleto de gente diera otra impresión, pero todos los elementos estaban un tanto desperdigados y la Estación Mapocho era demasiado imponente ante el salpicón de instalaciones. Pero lo que había estaba en general bien cuidado, hecho con dedicación, descontando los clásicos pendones pixelados y algunos productos con poco de chilenidad.
Terminó el acto de apertura, y mientras los sonidistas y técnicos se tomaban todo el tiempo del mundo para comenzar con el mini concierto de Ángel Parra Trío, la falta de más lugares por recorrer y el hambre imperante, opté por partir. La feria me dejó con gusto a poco, pese a que la iniciativa me parece grandiosa. Que se sigan haciendo proyectos así y que se tomen estos gigantescos lugares, como Estación Mapocho, es sin duda un acierto de gestión, cultura, arte, comunidades y Chile, aunque ni siquiera la cobertura mediática y la difusión fue suficiente, sino, más bien silenciosa.
Referencia: Paola Mosso, “Todos los barrios de Chile se apretujan en la Estación Mapocho”, Lanacion.cl
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martes, 30 de junio de 2009
Muere Michael Jackson y todos buscan a Juan Antonio Labra

¿Qué relaciona a Juan Antonio Labra con Michael Jackson? La noticia de la semana fue la muerte del Rey del Pop y no ha dejado a nadie indiferente. Aunque uno intentara evitar el tema, se torna imposible pues no hay medio que no le haya dado cobertura. Entre programas conmemorativos y notas diversas, llamó la atención que muchos periodistas chilenos pensaron en el mismo personaje al que había que llamar y entrevistar: Juan Antonio Labra.
Juan Antonio Labra es un compositor y cantante chileno que alcanzó gran popularidad en la década de los 80’s. Dentro de sus temas más reconocidos, cantados por diversos artistas chilenos y latinoamericanos, se encuentran “Te quiero”, “Bailarina, me haces mal”, “Soy latino”, “Mueve, mueve” y “Niña”. Tuvo varias apariciones en programas como Sábados Gigantes, donde debutó en televisión, participó en el Festival de la canción de Viña del Mar cinco veces, y ganó premios como el APES. Además, sus discos "Juan Antonio Labra", "América Morena" y "Mis Mejores Éxitos" obtuvieron Disco de Oro, y "Soy Latino" consiguió Doble Disco de Platino.
Aparte de su talento en la composición y su voz privilegiada en canciones bailables y baladas, Juan Antonio Labra se caracterizó por ser un gran bailarín. Esta característica, sumada a su forma de vestirse y su peinado, no eran realmente signos de reconocimiento hacia él mismo. Si bien lo distinguían de muchos personajes nacionales y dejaban bien grabada su imagen en la gente, hacían recordar indudablemente a Michael Jackson.
Durante años se ha hablado de Juan Antonio Labra como “el Michael Jackson chileno”, pese a que musicalmente distaba mucho del artista norteamericano. Existen en el mundo cientos de personas que viven de imitaciones (buenas y malas) al cantante de Thriller, pero Juan Antonio Labra demostró que tenía un cuento propio por el cual ser reconocido y recordado.
Hay muchísimas diferencias entres estos dos personajes, por ejemplo, Juan Antonio Labra se casó el año 2003, tuvo dos hijos y formó una familia que mantiene hasta el día de hoy, cosa que Michael Jackson nunca logró, pese a haber estado casado y a haber tenido hijos. Así también, hay características que podrían acercarlos. Ambos conocieron momentos difíciles, que los llevaron a estar alejados por mucho tiempo de los estudios de grabación y de los shows en vivo. Mientras Jackson tuvo problemas contractuales, judiciales y de salud que no valen la pena ahondar, pues por estos días han aparecido hasta el cansancio en todos lados, Juan Antonio Labra vivió la muerte de su madre debido a un aneurisma en 1993, y esto lo llevó a una gran depresión.
Sea como sea, en Chile las comparaciones siguen. Michael Jackson muere el 25 de junio y en cosa de minutos comenzó la lluvia de llamadas a Juan Antonio Labra. Hace tiempo que no se contactaban con él. Confesó que era un honor que lo compararan con Jackson, pero se mostró un tanto molesto porque el motivo de su búsqueda tuviera que ver con su muerte y él solo como “un doble más de Michael Jackson”. Pero cómo no iba a suceder, si hace dos décadas atrás, él mismo llegó a decir en el Festival de Viña de 1987: “Michael Jackson me plagia todo”, generando el mito de que algún representante o productor de Jackson habría visto el show del chileno en esa época y habría tomado ideas de éste para llevárselas a Jackson.
En definitiva lo llamaron muchos medios y entre alabanzas al difunto ídolo mundial y quejas por las majaderas comparaciones, gracias a la muerte de Michael Jackson (por terrible que suene), pudo comentar de bastante buen humor que se encontraba en la producción de un nuevo disco y que se sentía más vivo que nunca.
Algunos datos: Wikipedia.org / Emol.com
Alejandro Rodríguez P., Enportada.cl, Juan Antonio Labra: “No soy ni fui el doble de Michael Jackson”
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viernes, 22 de mayo de 2009
La inmortalidad de Los Jaivas

¿Hay alguien en Chile que no sea capaz de tararear una canción de Los Jaivas? Un par de días atrás, montado sobre una micro “oruga” del Transantiago, camino hacia el trabajo, vi a tres hombres jóvenes subiéndose a la máquina armados de una guitarra, un charango y una quena. Se instalaron a la mitad del bus y se lanzaron a interpretar una canción. Bastaron solo un par de segundos para que todos en la micro miraran, siguieran el pulso y hasta tararearan junto a ellos. Y cómo no, si con solo un par de notas introductorias habían reconocido un himno popular de nuestra cultura: “Mira Niñita”.
A todos nos ha tocado oír infinitas versiones de los hits de Los Jaivas. “Todos Juntos” y “Mira Niñita” son interpretados por todo tipo de grupos y solistas en micros, fogatas y escenarios de Chile (y de otros países). Incluso se han usado sus canciones para campañas publicitarias locales.
Desde su nacimiento como banda, por los años 60’s, se ha definido su música como folklor progresivo, rock andino o rock jazz inca folk, entre otros. Lo cierto es que en su evolución y viajes por Latinoamérica y Europa crearon algo realmente original y potente.
Vale mencionar a la comunidad Jaivamigos, seguidores y promotores de la cultura jaiva, que organizan y difunden la obra y agenda de la banda, la cual se desarrolla parte en territorio nacional, parte en el exterior, donde son históricamente más exitosos de lo que muchos podrán imaginarse. Este lunes 25 de mayo emprenden vuelo rumbo a Pekín, como representantes de Chile en el Beijing Arts Festival, donde se reúnen exponentes artísticos de 30 países del mundo. Puede sonar extraño y hasta exótico, pero no lo es si se conoce su trayectoria, que los ha llevado a repletar teatros y recintos en Argentina, Francia, Alemania o Rusia. Y a compartir su infinito universo musical a lo largo de su historia.
Hace un par de años tuve el placer (y la suerte) de conocer personalmente a los hermanos Claudio y Eduardo Parra, fundadores históricos de la agrupación junto a su hermano Gabriel y sus amigos de siempre: Eduardo “Gato” Alquinta y Mario Mutis. Fue en la época en que hacía mi proyecto de título en Diseño en la Universidad de Chile. Me había embarcado en un proyecto ambicioso y fabuloso referente a la creación y evolución de la imagen del grupo a través del tiempo.
Impresiona lo sencillos y transparentes que son Los Jaivas. Así como yo, sé de mucha gente que ha podido acceder a estos personajes, que parecen no envejecer. Probablemente comparten conmigo que es incalculable su legado, y que va más allá de lo musical y artístico. Tal y como ellos confiesan, siguen juntos y tocando porque es lo que tienen que hacer, superando incluso a la muerte. Perdieron a Gabriel, y luego al Gato y su hijo Eloy, pero con hijos (Juanita Parra y Ankatu Alquinta) y amigos (Carlos Cabezas y Francisco Bosco) siguieron adelante. Y continúan vivos porque es lo que les gusta y saben hacer y, porque la gente se los exige, como parte de nuestra historia y de nuestro paisaje natural.
Invito a todos por lo menos a escuchar más a Los Jaivas, a pensar que realmente son el gran y verdadero grupo de exportación original que tiene Chile, aunque no nos pertenezcan del todo, como el mismo Eduardo Parra me comentó en un mail, pues su imagen representa:
“América, Sudamérica, la vida social en todas las Américas, la vida mística en todas las Américas y el planeta, la vida precolombina, los sueños de las civilizaciones desaparecidas y empobrecidas, la vida continental, la vida planetaria, una biología planetaria, una biología del cosmos, las estrellas, las galaxias, el futuro y el pasado de nuestro planeta, de nuestras sociedades, la poesía, la música, la pintura, las artes plásticas, etc.”
Pasado, presente y futuro del mundo. Pero algo de eso nos corresponde. Aún es tiempo de descubrir su historia y su universo creativo, propongo que nos dejemos de pensar en “la inmortalidad del cangrejo” y comencemos a disfrutar de “la inmortalidad de Los Jaivas”.
Referencias propias: Claudio Parra en nuestras reuniones en su departamento-bahúl y Eduardo Parra en diálogos vía mail y en vivo, compartiendo un buen vino.
Otras referencias: LosJaivas.net / Jaivamigos.cl
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