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martes, 31 de diciembre de 2013

Lanzas de exportación

¿Han sido protagonistas de lanzasos últimamente? Espero que quienes respondan positivamente hayan sido (tristemente) los asaltados o parte del público de uno de estas escenas, y no algún famoso lanza internacional.

Hace algunos días viví en carne propia la astucia de un lanza en la “esquina más peligrosa de Santiago Centro”: Mac-Iver con Alameda. Y ojo que no estoy inventando la chapa, recuerden que hace un buen tiempo hay instalado ahí un retén móvil. Además lo confirmé en la Cuarta Comisaría de la comuna, mientras hacía trámites de denuncia, porque en el recibidor pude estudiar un gran mapa del sector donde se marcaba esta esquina como la más recurrente en asaltos, así como los alrededores de Portugal con 10 de Julio como donde hay más robos de autos. Pero eso es harina de otro costal.

Más allá de la obvia rabia e impotencia del caso, esta historia dio pie a varios trámites y caldos de cabeza personales, conversaciones con cercanos, anécdotas y mitos respecto a estos delincuentes. Pero no se trata de un tema de implicancias puramente local, pues como habrán escuchado o visto en las noticias, muchos de estos sujetos son famosos a nivel internacional.

Cómo no, si se ha trasformado en un lamentable producto de exportación. Más allá de lo alarmistas que son nuestros medios de comunicación, pareciera que no pocos lanzas locales se aburrieron de la pega fácil y la alta competencia en nuestras ciudades y prueban suerte a otros destinos.

Solo por citar algunos ejemplos del tema, podemos mencionar que el 2012 Interpol identificó a más de 200 lanzas chilenos en Europa. Muchos de ellos menores de edad que salían con permiso de sus padres para subir orgullosas fotos a sus redes sociales y traer recursos desde el viejo continente. Por otro lado, este año que termina atraparon en la ciudad de Vallenar a cuatro lanzas profesionales (de ambos sexos) que pertenecían a una famosa banda de lanzas buscados en Colombia, Perú y Argentina. Y como último ejemplo, tal vez recuerden que también en abril de este año hubo una bullada noticia respecto al top uno que tienen algunos compatriotas lanzas para los policías británicos. A tal punto ha llegado el número de lanzasos chilenos en Inglaterra, que las investigaciones sobre este tópico, denominado allá como “The chilean problem”, han arrojado interesantes datos, como que muchos de ellos son residentes y el resto viaja “a trabajar” solo en temporada de verano. Conveniente, ¿no?

En fin, puede que no sea un lindo post para despedir el año, pero luego de los últimos acontecimientos, que se repiten hace rato en nuestras ciudades, sus calles, paseos peatonales y transporte público; no pude sino comentar parte de los pensamientos y recuerdos que vuelven al tapete sobre todo en épocas de fiestas. Cuando andamos más contentos, distraídos, cargados y apurados que de costumbre.

Ojalá deportistas y artistas, e incluso los políticos, continúen dándole la pelea a estos personajes de exportación. Tanto a nivel local como global. ¡Viva Chile!

miércoles, 30 de mayo de 2012

Frutas de Chile como estandarte de exportación


¿Imaginan a la fruta local en la bandera chilena? La verdad es que suena algo exótico, pero más allá de decisiones del área de la vexilología, la relación conceptual entre la bandera y la fruta chilena ya se hizo. La estrella solitaria del emblema patrio encabeza ahora la renovada marca sectorial de la industria frutícola chilena para el planeta.

El 8 de febrero de 2012, tuvo lugar el lanzamiento de la marca “Frutas de Chile” (o “Fruits from Chile”) en la feria Fruits Logistica, con el objetivo de alcanzar 200 nuevos negocios con importadores y distribuidores a nivel internacional. Potenciando los atributos de los productos frutícolas chilenos y las virtudes de su país de procedencia (echando mano a la buena imagen país que tiene Chile, como ya hemos comentado anteriormente), para posicionar esta nación como uno de los principales proveedores de fruta del mundo, sin perder la individualidad de cada sector productivo.

Vale recordar o aclarar que Chile actualmente cuenta con un importante cartel de exportador, entre otras materias: de frutas. Ya es el mayor exportador de uvas de mesa, ciruelas y arándanos. El segundo mayor exportador de paltas, el tercero de kiwis y frambuesas, cuarto de duraznos y quinto de manzanas. Pero lo que se pretende con este proyecto es consolidar, a partir de acciones comunicacionales y de marketing, de publicidad y relaciones públicas, las relaciones actuales en este rubro y a la vez expandir aun más sus horizontes.

Los pilares conceptuales/estratégicos de la marca son calidad, origen y temple. Según dicen los actores responsables: por la calidad de sus alimentos inocuos; el origen de diversidad geográfica y clima privilegiado; y el temple de la industria y sus trabajadores. La estrategia de este proyecto se basa en la exportación de fruta chilena (fresca y deshidratada) al resto del mundo a través de una marca núcleo: “Frutas de Chile”, junto a un grupo de submarcas por productos específicos de la industria frutícula (arándanos, guindas, cítricos, paltas hass, kiwis, ciruelas, frutos secos). Estimo que aquí es donde se encuentra la mayor virtud de esta campaña, porque, como ya he señalado en publicaciones anteriores, la diversidad y el carácter (tanto del territorio, sus habitantes y productos) es probablemente el mayor valor a descubrir y exponer a las audiencias.

Su desarrollo ha sido comandado por sectores público y privado, con Asoex y ProChile como entidades administradoras, respectivamente. Cuenta con una inversión de US $ 1 millón, proyectando una gestión inicial de 8 años.

El ideal es lograr un óptimo reconocimiento y diálogo con aliados actuales, como EEUU, Europa y parte de Asia, así también como nuevos, entre los que se visualizan: Rusia, Ucrania, Polonia, Turquía, Europa del Este y Mediterráneo. Pero nunca está de más mencionar que los públicos internos deberían ser considerados, aunque se trate de un proyecto de vitrina al extranjero, para que por lo menos conozcan este tipo de iniciativas, quizás promocionen boca a boca las buenas ofertas del país y (por qué no) aprovechen personalmente los buenos frutos de sus tierras. Comparto aquí el link del video promocional.

lunes, 30 de abril de 2012

Marca Chile: ¿Diversidad y carácter?










¿Dónde está Chile como marca país hoy? La separación entre Estado y Nación, ha llevado a los chilenos a actuar de forma aislada, pues creen en su mayoría que no se puede definir a Chile, o que es muy difícil hacerlo. Otros mencionan, sin embargo, que la definición está en lo diverso; sus culturas, valores e historia.

La clave para construir una marca país contundente, desde este punto de vista, podría cimentarse, justamente, en el trabajo interno, para luego pensar en sus proyecciones exteriores. Y no al revés, ni en paralelo.

Los últimos 20 años se han gestionado diversas versiones de identidad comunicacional e imagen país (desde turismo, cultura, economía, política, etcétera), pero ninguna se ha logrado posicionar realmente según sus perspectivas, ni ha tenido continuidad en las posteriores propuestas.

Así también, con sus marcas de reconocimiento interno, como la identidad visual de gobierno, ha ocurrido algo similar. Se ha generado un muestrario diverso de alternativas sucesivas en períodos más bien reducidos de tiempo. Incluso en diversas marcas asociadas al concepto “Chile”, tanto privadas como públicas, se nota un sin fin de símbolos locales aleatorios y fortuitos. Es por lo mismo que nos enfrentamos a constantes e importantes críticas respecto a la representatividad de la identidad de marcas chilenas propuestas en el mundo. Aunque no necesariamente debiésemos lograr una solución única y taxativa, como comentábamos en un inicio.

De todos modos, aun se observa globalmente a Chile como un país que logra superarse, de manera conjunta, desde sus autoridades hasta el pueblo, en gran parte por la cobertura comunicacional nacional e internacional sobre el país ocurrida luego de las desgracias de los últimos tiempos. Se observa a Chile como un país que logra salir adelante, de manera conjunta. Lo que pudiendo haber nacido de hitos incontrolables (terremotos o accidentes mineros, entre otros), se presenta todavía como una interesante oportunidad.

La invitación hoy, desde esta perspectiva, es a posicionar a Chile positivamente, dejando atrás la visión emergida por la Dictadura Militar y los desaciertos posteriores. Sin olvidar. Controlando los canales y soportes comunicacionales posibles en pos de mantener y reforzar un discurso integral de marca. Atrayendo a los actuales y potenciales inversores y asociados al país. Procurando la adhesión y el reconocimiento por parte del público interno hacia Chile como cimiento fuerte y recomendable al exterior. Manteniendo la visión de la marca como preparada y capaz de enfrentar dificultades diversas, de manera efectiva y cohesionada. U oportunidades fantásticas de todo tipo.

Al menos, podríamos compartir dos objetivos esenciales hacia un futuro próspero de marca-país: (1) mejorar y alinear la comunicación interna de Chile para su posicionamiento de marca a partir de sus públicos locales; (2) reposicionar y aprovechar la imagen de Chile como un país diverso, cercano, abierto, confiable y activo en el mundo moderno.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Invitación dieciochera a Pilgua SCL



¿Hay identidades e imágenes chilenas hoy? ¿Dónde buscarlas? ¿Las vemos día a día? ¿Subsisten proyectos concretos en esta materia? ¿Podemos definir a Chile? Estas son algunas de las preguntas que podemos hacernos sobre Chile en términos de reconocimiento y comunicación, dentro del contexto globalizado y extremadamente mediatizado del nuevo milenio. Historias, personajes, hitos, entidades y agrupaciones nos exponen una panorámica sobre nuestro país, enlazando memorias, diagnósticos y proyecciones.

Es interesante revisar nuestra chilenidad y las tan diversas variables presentes en la actualidad, sobre todo en estos días en que entran las cuecas y el olor a asado por las ventanas. Los invito a todos a reflexionar sobre estas y otras preguntas en mi post/presentación publicada en Pigua.cl (solo haciendo clic), donde además podrán encontrar mucho sobre el maravilloso mundo de la comida, cocina, productos y personajes locales, entre otros. Tradición, cultura y placer unidos en esta nueva plataforma desde Santiago de Chile.

Que pasen un lindo 18, de la forma que más disfrute cada quien.
Y grítense unos buenos "Viva Chile".
¡¡¡Salud!!!

domingo, 12 de septiembre de 2010

Centenario, Bicentenario y la búsqueda de la chilenidad



¿Cambió la búsqueda de chilenidad tras 100 y 200 años?
Para el año 1910, existió una gran expectativa derivada en múltiples preparaciones para festejar en grande el supuesto Centenario de la Independencia. Naturalmente, se buscaba relacionar a todos los personajes de este territorio bajo un imaginario colectivo fuertemente nacionalista, rebosante de “chilenidad”.

Paralelamente a la planificación de fiestas y obras conmemorativas, que intentaban reflejar a nivel internacional una imagen de progreso y modernidad, bajo la organización de la elite gobernante, el Centenario ya generaba una amplia discusión acerca de la realidad de Chile en cuanto a su identidad. Por ejemplo, Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Comunista local, afirmó sobre esa fecha que: “(...) sólo tienen razón de conmemorarla los burgueses, porque ellos, sublevados en 1810 contra la Corona de España, conquistaron esta patria para gozarla y aprovecharse de todas las ventajas que la Independencia les proporcionaba; pero el pueblo, la clase trabajadora, que siempre ha vivido en la miseria, nada, pero absolutamente nada ha ganado con la Independencia de este suelo de la dominación española.”

Las palabras de Recabarren, si bien guardan una conocida sustancia política, sintetizan de buena manera una opinión común y reiterativa a lo largo de la historia chilena, que demuestra cómo un grupo importante puede percibir que ciertas instancias, tanto propuestas como impuestas, les son más bien lejanas o ajenas. Ya sea por disconformidad constante, por real falta de identificación o porque el progreso no beneficiaba a todos por igual; en los festejos hace cien años ya se notaba una carencia de la imagen propia de los chilenos. Como unidad, como parte de una estructura más compleja, que generara y expusiera, ojalá, cierta cohesión entre los chilenos. Pero la elite gobernante tuvo desde el principio de su historia republicana el objetivo de generar y no de buscar una identidad chilena y una imagen país integradora y reconocible, aunque en la práctica hubiese muchas imágenes e identidades distintas y distancia más que unión.

Sobre este entendido es que en el año 2000 se creó la Comisión Bicentenario con el fin de gestionar proyectos, en base a la reflexión, al debate y a la discusión entre los chilenos, para acercarnos a ser un país integrado y con un correcto desarrollo de su identidad país. Como parte de este proyecto gubernamental, se ha obrado mayoritariamente desde el ámbito de infraestructura y equipamiento en diversas ciudades, con el objetivo de generar proyectos emblemáticos de desarrollo urbano en el festejo del 2010, que hoy vemos todos los días en los distintos medios de comunicación.

Cada cual tiene su opinión respecto al éxito y la calidad de todo lo que está pasando en este año y este mes patrio en torno al bullado Bicentenario, pero ¿acaso ha cambiado lo que al parecer fue el gran error de gestión para el Centenario?, ¿somos los chilenos y no una elite gobernante quienes estamos reformulando y definiendo nuestro camino identitario?, ¿lograremos luego de este 18 de septiembre ofrecer aquello que Chile, como nación única, puede ofrecer?, ¿existe al fin y compartimos una chilenidad?...

lunes, 23 de agosto de 2010

La Cápsula del Bicentenario y sus inminentes pasajeros



¿Con qué se van a encontrar en 100 años al abrir la cápsula?
Algo así como la versión a la chilena de la cúpula enviada al espacio con elementos trascendentales y decidores sobre la humanidad hace algún tiempo, el próximo entierro de la Cápsula del Bicentenario en Plaza de Armas tiene revolucionada a parte de la población por la elección de los estandartes dignos de ser incluidos.

Un proyecto que pretendía ser un evento histórico, podría estar convirtiéndose en un inesperado dolor de cabeza para algunas autoridades de turno. La inversión creativa, tecnológica y monetaria para construir la cápsula, con la misión de que resista 100 años, incorporándole objetos icónicos del presente y convertirse en algo honroso de ser descubierto en un siglo podría estarse saliendo de la línea editorial esperada por los organizadores y transformándose en un concurso más del tipo estelar de televisión o competencia entre hinchas o clubs de fanáticos de símbolos mediáticos extremadamente actuales, y quizás con poco del “peso histórico” que pretenderían muchos.

La votación por el objeto más representativo del Bicentenario desplazó hace poco del primer lugar al Indio pícaro por las camisetas de la U y Colo Colo, seguido muy de cerca por el hombre de la bandera del terremoto y Condorito. Por otra parte, la elección popular por el personaje que merecería ser recordado en 100 años más, está encabezada por Spike (“el perro de Lipigas”), perseguido por Don Francisco, Karol Dance y Arenita. Sobre este último punto cabe destacar que el mismísimo Alcalde de Santiago, Pablo Zalaquett, declaró públicamente su preferencia por Don Francisco en días en que los chicos Yingo lo superaban en la votación, además del puntero fijo Spike. Aunque aseguró que la voz de la gente sería la que diera el veredicto en todas las elecciones fuera cual fuera el resultado, no descartó (astutamente) que apareciera un comité de último minuto para hacerse cargo de sumar a la cápsula otro personaje seleccionado con mayor cautela y protocolo.

¿Pero qué importancia tiene lo que finalmente se guarde en la cápsula? Tanto las cartas que cualquier chileno puede escribirle a su descendencia, como la selección de objetos, personajes, música, tendencias y lo que se les ocurra en último minuto; como la nota de los 33 mineros de San José, serán reflejo de un sentir actual, de una personalidad y una visión general de los chilenos hoy, si es que se acuerdan de desenterrarla para el Tricentenario, claro.

No necesariamente deben desenterrar a O’Higgins, Violeta Parra o a Alberto Hurtado, ni tampoco la primera bandera chilena, un fragmento de los lentes de Allende o la banda presidencial de Sebastián Piñera por tratarse de una supuesta “historia correcta” que hay legar. Los invito a revisar la página y reírse o sufrir con las votaciones (participando el que quiera) con la certeza de que ahí verán un verdadero Chile, desde el termómetro popular; cortoplacista y distraído, ridículo y predecible, farandulero, folklórico y consumista, que dará por ganadores a nuestros representantes en el futuro. Todavía pueden haber sorpresas, a tomárselo con humor…

Fuente: Capsulabicentenario.cl

lunes, 30 de noviembre de 2009

Chile: Fuente inagotable para Kramer



¿Se les ocurriría hacer negocio de los estereotipos mediáticos chilenos?
Anoche me topé con una nueva imitación de Stefan Kramer y no pude apagar el televisor hasta que la terminé de ver. Este personaje (o quizás debiera decir “estos personajes”) resulta hipnotizante. Ya sea que lo hagan improvisar a la pasada una que otra imitación o que haga una caracterización ultra producida, el resultado es elogiable.

Esta vez se trataba de una parodia a Jorge Arrate en Animal Nocturno, con la gracia de que el mismísimo Jorge Arrate se encontraba en el estelar de Felipe Camiroaga para participar del sketch. También ha imitado a los candidatos Marco Enríquez-Ominami, Sebastián Piñera y Eduardo Frei, entre otros personajes. La fórmula de enfrentarlo a su imitado se ha usado en este programa y en otros anteriores, como cuando aparecía en REC, programa conducido por Leo Caprile, en donde Kramer dio sus últimos pasos a la popularidad que lo llevaron al éxito en el Festival del Huaso de Olmué el 2006 y el Festival de la Canción de Viña del Mar el año 2008.

Stefan Kramer no ha cumplido aún los treinta años y ya cuenta con un portafolio de más de cincuenta imitaciones de muy buen nivel, que por cierto le han dado suculentas ganancias. Si bien su primera aparición televisiva fue cuando concursó en ¿Cuánto vale el Show?, el primer contrato fue para el estelar de Rafael Araneda Noche de Juegos, en donde jugaba el rol de personaje secundario dentro del extraño segmento humorístico de Julián Efelbein con su personaje “Ponce Candidato”.

Fuera de los programas ya mencionados, Kramer ha participado en otros proyectos de TVN, Chilevisión y Canal 13. En todos ellos ha sabido demostrar su talento imitando rostros de televisión y farándula, política y deportes, artes y espectáculos, no solo a chilenos, sino incluso extranjeros, aunque se centra en el apetitoso medio local, que al parecer es inagotable.

Guiones, vestimenta y maquillaje, sumado al estudio de personajes y el talento del imitador han logrado resultados impresionantes. El show de Kramer es un espejo caricaturesco del medio chileno a través de innumerables icónicos de nuestro medio. Incluso algunos como Daniel Alcaíno, han dicho que después de ver a Kramer les da vergüenza volver a hacer imitaciones, por lo alta que ha dejado la vara este artista en los últimos años.

El trabajo de Kramer es liviano, divertido y, por sobre todo, exigente consigo mismo. No debiera extrañarnos que en algún tiempo pueda internacionalizarse su carrera y dejar de ser el multifacético imitador de la idiosincrasia chilena.

He llegado a pensar que muchos preferiríamos votar por alguna de sus imitaciones a los candidatos presidenciales que por los reales, pues se sienten menos pauteados y disfrazados, sin disfraces ni pelos en la lengua.

Fuentes: Stefankramer.cl / Wikipedia.org

jueves, 26 de noviembre de 2009

Gráfica de la literatura de cordel criolla



¿Existe una gráfica propiamente chilena que refleje el cambio de siglo XIX al XX?
Esta pregunta se repite cada cierto tiempo, y no solo referida a ese período de nuestro proceso evolutivo, sino a varias épocas, pues no son pocos quienes aseguran que Chile, tal vez por falta de creatividad o por los innumerables quiebres históricos, nunca ha tenido expresiones artísticas nacidas y desarrolladas en el medio local sin ser hechas por extranjeros o imitadas evidentemente de modas del exterior.

Desarrollando un proyecto laboral me topé con los singulares y llamativos grabados de la Lira Popular. Retrata de representaciones locales de distintos temas chilenos con una técnica bastante particular que acompañaban poesías en décimas escritas por populares poetas entre el año 1866 y 1930. Entonces, entré en el mundo de estas ilustraciones tan rústicas como criollas y fascinado por el reencuentro decidí escribir al respecto, aprovechando de actualizar este espacio algo relegado por el trabajo.

Corría una época de auge en cuanto a literatura popular se refiere cuando apareció la Lira Popular, que consistía en pliegos sueltos impresos en los que algunos autores nacionales populares plasmaban sus obras poéticas en décimas referidas a quehaceres nacionales, escenas varias y personajes icónicos.

En Occidente se nominaba a este movimiento como “literatura de cordel”, debido a que la forma de exponer al público era colgando cada pliego de un cordel o lienzo estirado entre dos árboles o similar.

En nuestro país estas obras se ilustraban con grabados más bien toscos, de creación autodidacta y azarosa, que la mayoría de las veces eran diseñados por los mismos autores del escrito. A ello puede atribuirse esa calidad básica, quizás algo infantil, pero con toda aquella personalidad que da la simpleza y la técnica misma de impresión. Debo mencionar que además esta gráfica me recuerda bastante a toda una corriente contemporánea de artistas chilenos, como por ejemplo el particular trabajo de José Benmayor.

Como muchas veces ocurre, más por fortuna que por decisión consciente, hubo quienes atesoraron estos impresos, según cuenta Memoriachilena.cl, como el alemán Rodolfo Lenz, que posteriormente donó su colección de alrededor de quinientos pliegos a la Biblioteca Nacional, transformándose, junto a la de alamiro Ávila y Raúl Amunátegui de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, en una de las tres colecciones existen en Chile.

Fue poca la importancia que se le atribuyó durante la historia a esta verdadera vitrina de historia y literatura nacional. En sus distintas ediciones aparecen grabados tanto temas políticos, como rutinarios y sucesos violentos.

Recomiendo a quien no haya visto nunca la Lira Popular darse una vueltecita por sus pliegos y hacerse su propia opinión. Como mínimo debe aceptarse que se trata, al menos, de testigos protagónicos visuales de Chile y sus realidades. El resto queda para el análisis, la discusión y la imaginación de todos nosotros.

Referencias: Lira Popular / Memoriachilena.cl

martes, 20 de octubre de 2009

¿Super escáner a los chilenos?



¿Cómo llegó un supermercado chileno a la pantalla grande?
Todo comenzó con un concurso realizado por la productora Coquimbo Films. El objetivo era encontrar entre la mayor cantidad de posibilidades la propuesta más seductora, original y económica de llevar a cabo. Así se juntaron 150 guiones de 5 países distintos y se terminó por elegir y corregir la obra que se haría realidad.

Para el desarrollo del concurso y el proceso de selección, la productora, en conjunto con Duoc UC, contó con la participación de los guionistas Coca Gómez, Julio Rojas y Ricardo Altman, además del jurado, que incluía a Andrés Wood, Diego Izquierdo y Néstor Cantillana.

La filmación duró cuatro semanas entre abril y mayo de este año en un supermercado Lider de la Dehesa, en Santiago, y se hizo con 42 actores y 30 técnicos. Y creo que ahí reside su mayor logro, pues lejos de ser la “comedia coral”, como se le llamó previo a su estreno, se acerca más a un “veloz desfile de figuras”.

Es impresionante la cantidad de actores que “por amor al arte” se sumaron al proyecto incitados por el animoso productor Pablo Díaz, el actor del “millón de amigos”. Aunque hubo varios que sin explicación se restaron de la cinta antes del rodaje como Francisco Melo, María Izquierdo y Felipe Braun, la cantidad de rostros no deja de ser un hito en el cine chileno. Entre otros, aparecen Benjamín Vicuña, Jorge Zabaleta, Catalina Guerra, Alejandro Trejo, Carola Varleta, Luciano Cruz Coke, Julio Yung, Mariana Loyola, Boris Quercia y Fernando Godoy, además del bullado debut de Pampita, que con suerte aparece tres minutos en total.

También se comentó largamente sobre el trasfondo del film, que si bien saltaba de una historia a otra, sin protagonistas claros ni más de un par de minutos para cada personaje y anécdota, supuestamente lograba un buen escáner a la sociedad chilena actual, centrándose específicamente en temas como consumo, exitismo, medios masivos y personalidades tipo. Pero el número de artistas reconocibles le gana en trascendencia al contenido, que esboza claramente solo algunas de las situaciones, pero se siente desgranada y demasiado antojadiza, con varios diálogos inentendibles y otros solamente chistosos, pues hubo varias risas a lo largo de los 90 minutos, pero no representativos ni suficientes para levantar la obra.

Se podría suponer que el verdadero protagonista es el supermercado como organismo, como lugar de encuentro y tránsito de nuestros compatriotas, pero fuera del placement inagotable de marcas y productos (casi todos reales) detrás los actores en cada toma de la película, en general es poco lo que aporta el entorno frente a lo que podría ser casi el mismo montaje de situaciones y personajes en un mall, un cine o hasta un pub.

Finalmente, luego de esperar aquella escena clímax, aquel elemento cohesionador o ese final despampanante y sorpresivo, todo queda en el aire. Uno sale del cine preguntándose “¿acabo de ver una película, o no?” Había recibido comentarios al respecto de que Super era como un gran sketch televisivo humorístico llevado a la pantalla grande, y concuerdo totalmente. El esfuerzo productivo, la edición y la intención del proyecto es loable, aunque muchos elementos le quedan a uno rondando. Por ello, en definitiva, podría resumirse como un grupo “aleatorio” de “chilenos” que “casualmente” se cruzan en un supermercado y son filmados.

Referencias e imágenes: Superlapelicula.cl

lunes, 12 de octubre de 2009

Protagonismo canino para el Bicentenario



¿Es el quiltro un símbolo de típica chilenidad?
Hace un par de semanas comenzó un concurso que ha dado bastante de que hablar y, personalmente, hace un rato lo tenía en carpeta para comentar. La Comisión Bicentenario, entre tantos otros proyectos ad portas del 2010, lanzó “El Quiltro del Bicentenario” que busca el retrato fotográfico del perro sin raza, tan característico e icónico de nuestra fauna local, tanto urbana como rural.

“Quiltro” es de origen mapuche y significa “perro”, aunque en Chile se le asocia directamente con los perros sin raza que viven en la calle. El concepto es reconocido por el diccionario de la Real Academia Española bajo este significado para Chile y Bolivia.

El quiltro es un personaje ya clásico en los eventos formales e informales a nivel nacional. Suele verse entrando a las canchas en partidos de futbol profesional, en las marchas del ejército, además de paseándose en calles, parques y otros lugares populares chilenos, siempre como protagonista. Incluso ha llegado a tener representantes mediáticos como Spike, el famoso perrito de Lipigas, cuyos bonos deben andar mucho más altos incluso que los de varios perros de fina raza de comerciales de alimentos para canes.

Esta convocatoria en particular comenzó en septiembre y recibirá postulantes hasta el 23 de noviembre del presente año. Para participar se debe enviar un sobre con un CD que contenga la imagen del can, junto a su nombre o seudónimo y una reseña de su historia y el por qué ese perro en particular debería ser El Quiltro del Bicentenario.

Lo que pretende este concurso es reconocer el emblema que representa el quiltro en nuestra vida cotidiana, además de potenciar temas como la tenencia responsable y adopción canina callejera.

Varios días antes de que se abriera oficialmente el concurso ya eran muchos los mails y llamados telefónicos que se recibían en las dependencias de la Comisión Bicentenario con dudas y comentarios acerca de este concurso. Probablemente serán cientos de fotógrafos (amateurs y profesionales) de todas las edades y distintos lugares quienes participen en esta convocatoria, que premiará con cámaras Nikon a los tres ganadores, que serán los fotógrafos y no los perros, a vista de muchos: injustamente.

He oído decir a más de una persona que los organizadores de esta fiesta nacional por los supuestos 200 años de independencia ya no saben qué más hacer, y que es por ello que están apareciendo este tipo de iniciativas, que más o menos divertidas y “creativas”, son bastante extrañas. Ya veremos en qué termina este concurso y quién será el flamante quiltro ganador. No me parecería raro que se infle tanto esta iniciativa, enmarcada en la locura patriótica del 2010, que el perro ganador, acompañado de una paloma, reemplace al huemul y el cóndor en el escudo nacional, tal y como vaticinan Alejandro Figueroa y Fernanda Zúñiga, autores de “Votación Popular”, la animación ganadora del concurso de Nanometrajes de este año. Como en todo concurso, solo queda esperar…

Referencias: Chilebicentenario.cl / Cooperativa.cl / Nanometrajes.cl / Wikipedia.org

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Dawson, Isla 10. Una cinta prometedora



¿Qué idea tienen sobre esta película?
El 10 de septiembre de este año se estrenó “Dawson, Isla 10”, película dirigida por Miguel Littin, basada en el libro “Isla 10” de Sergio Bitar, donde se narra su historia como arte de un grupo de prisioneros políticos dentro del campo de detención en Isla Dawson, a 53 kilómetros por mar de unta Arenas, bajo el yugo de los militares durante la dictadura militar chilena.

Miguel Littin, único director nacional nominado a los premios Oscar en dos ocasiones, se caracteriza por hacer proyectos cinematográficos ligados fuertemente a Chile y Latinoamérica, además de Palestina, por su origen. Sumado a esto, un dato importante es que fue exilado luego de Golpe Militar en nuestro país, y ello se ve reflejado en su obra en general, como en el interés de llevar a cabo esta producción en espacial.

Particularmente en este film, la idea es mostrar lo que pasaba dentro de un campo de detención durante el régimen del General Augusto Pinochet, siendo la primera película que toca el tema de los oprimidos y los opresores en el lugar mismo de los hechos, en este caso, bastante aislados.

Fue clave que el lanzamiento haya sido un día antes del aniversario del Golpe Militar del 11 de Septiembre, y se agradece que se traten temas de nuestra historia, más o menos reciente, desde distintas perspectivas, parajes y personajes. La fotografía y la producción son muy buenas. Dan pie a un reconocimiento y transmisión fiel del ambiente, el entorno geográfico y humano, determinantes de la experiencia de quienes protagonizaron esta historia. Pero, el proyecto buscaba reflejar también las penas psicológicas y físicas de las que fueron objetivo un grupo de líderes y autoridades de la izquierda allendista, y es allí donde uno puede quedar con gusto a poco.

El desarrollo de personajes es más bien un boceto. El propio Benjamín Vicuña, quien encarna el personaje de Sergio Bitar, se percibe como demasiado hermético. Igual que sus compañeros de encierro, entre los que están Orlando Letelier y José Tohá, fuertes íconos del periodo, dejan mucho por conocer. Más allá de que el encierro y la situación adversa pueda realmente haber tenido a los presos comúnmente silenciosos y en actitudes parcas, no por ello son seres sin sustancia. Por otro lado, sorprende el tratamiento de algunos personajes militares. Luis Dubó sale de ese papel del chileno popular típico tan repetido en que lo vemos en series y películas, generando un oficial con harto fondo y personalidad, así como Sergio Hernández, uniformado a cargo del centro de detención, e incluso Cristián de la Fuente en un papel que de ser más bien secundario pasa a primera fila principalmente por el fuerte carácter del rol.

Sin haber leído el libro, no puedo hacer comparaciones o apreciaciones respecto del hilo conductor o la visión del autor del texto original. Lo que si, se notan, al menos esbozados, todos los elementos para una reconstitución desde adentro de la historia, aunque muchas veces en este tipo de apuestas, uno es exigente y suele esperar más. Creo que en este caso, que aparte de algunos personajes específicos, el montaje mismo del proyecto, la idea de adaptación a la pantalla grande, la locación, la calidad y el esfuerzo de producción de filmarlo en el mismísimo lugar del los hechos se roban un poco la película, que ni siquiera sabría bien si definir como semi-documental, drama o reconstrucción adaptada.

Referencias y fotografías: Dawsonlapelicula.cl

domingo, 27 de septiembre de 2009

El Roto Chileno



¿Por qué hay un monumento al Roto Chileno?
No deja de llamar la atención que una estatua al Roto Chileno; personaje urbano y pobre siempre presente y discriminado en nuestra historia, sea tan respetada y popular, incluso tal vez más que muchos otros monumentos a grandes próceres de la patria y triunfos independentistas nacionales que podemos encontrar en distintas plazas y construcciones de las ciudades de Chile.

Se dice que su autor, Virgilio Arias, no la habría construido por encargo, sino que por propia iniciativa cuando estudiaba en Paris, al mismo tiempo que se llevaba a cabo la Guerra del Pacífico entre Chile y la Confederación Peruano-Boliviana. Inicialmente el título de la obra fue “Héroe del Pacífico”, y bajo este nombre fue expuesta en el Salón de Paris. Dos años más tarde la estatua fue distinguida con la medalla de oro en la Exposición Nacional de Santiago, y probablemente ahí fue cuando la Municipalidad de Santiago decide comprarla para darle un lugar en el centro de nuestra capital.

Finalmente, la estatua sería colocada en la Plaza Yungay, ícono del barrio céntrico de Santiago, fundada por el Presidente José Joaquín Prieto para honrar la batalla del mismo nombre. La obra misma se posa sobre un pedestal de cemento que emula una gruta natural, cuya inscripción dice “Chile agradecido de sus hijos por sus virtudes cívicas y guerreras”. Así, podemos ver como este homenaje al pueblo popular chileno, representado en el roto, se alza como ícono de ciudadano y guerrero, pese a su poca participación en el gobierno y falta de instrucción bélica.

En el monumento se designa al personaje como Justo Estay, arriero guía de San Martín, siendo que el joven esculpido pareciera ser un labrador, viste de camisa y pantalón arremangados, afirma un fusil en su mano derecha. Si bien, no es seguro que el autor haya hecho la obra pensando específicamente en Justo Estay, es obvio que representa al trabajador del bajo pueblo que fue enrolado en las tropas chilenas, generalmente más a la fuerza que por propia decisión, y formó parte del grupo que luchó tantas batallas para conseguir la independencia que estamos festejando por estos días de Bicentenario.

Para levantar más aún al Roto Chileno, desde 1889, cada 20 de enero se celebra allí, en plena Plaza Yungay alrededor de la estatua, la Fiesta del Roto Chileno, más conocida como El Día del Roto Chileno.

Este símbolo se alza como ícono concreto y cercano de patriotismo y chilenidad. Puede que aun sea discutible la atención que realmente se le da al roto chileno por parte de quienes llevan el país, pero, aunque forzado, éste ha luchado por la República y ha demostrado cualidades impensadas hace dos siglos. Es parte fundamental de nuestra identidad e imagen país, como cimiento y esqueleto de la construcción de la sociedad chilena. Esto último lo saben muy bien quienes han jugado con los símbolos patrios y los estandartes de chilenidad desde hace ya muchos años. Lo demuestra la inclusión y el énfasis histórico que se le ha dado a este personaje popular, no solo ad portas del Bicentenario, sino desde que se comenzó con la construcción de Chile como nación imaginada por parte del estado, como con el caso de la estatua.

Fuentes consultadas: Julio Pinto Vallejos y Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, ¿Chilenos todos? La construcción social de la nación (1810-1840), LOM Ediciones, 2009.
Icarito.cl

lunes, 21 de septiembre de 2009

Nuestra bandera nacional



¿Izaron sus banderas en estas fiestas patrias?
Desde principios del siglo XIX en Chile, entre batallas y ceremonias para lograr aquella independencia nacional tan recordada últimamente, los símbolos empezaron a tomar relevancia como herramientas de realce y unión social entre los habitantes de esta República.

Durante las primeras décadas del 1800 se crean, modifican y establecen varios símbolos patrios importantes, como la bandera, la escarapela y el escudo, o el himno nacional, en el ámbito más abstracto. La bandera del incipiente Chile independiente tuvo dos versiones claramente reconocibles previas a la que actualmente conocemos. La primera versión, en 1812, constaba de tres franjas horizontales, de colores azul, blanco y amarillo, y en su centro se enmarcaba una pareja indígena mapuche junto a una columna, símbolo de libertad. Luego, para 1817 sería cambiada por una con tres franjas horizontales, de colores azul, blanco y rojo, y la columna jónica en el centro. Finalmente, para el juramento de la independencia del 12 de febrero de 1818, se harían los últimos cambios que llevarían al diseño que hoy en día conocemos y colocamos en nuestros hogares, autos y negocios para las fiestas patrias.

A mediados de la semana recién pasada, en vísperas del 18 de septiembre, la presidenta Michelle Bachelet en persona presentó oficialmente la mismísima bandera sobre la que se juró la independencia de Chile. Desde ahora, quien quiera podrá apreciarla en uno de los salones del Museo Histórico Nacional, en Plaza de Armas.

El año 1925 ya había pasado a ser parte de la colección del Museo Histórico Nacional, pero en 1980 fue robada por el MIR como protesta ante el Régimen Militar. Y no fue hasta diciembre del 2003 que fue encontrada y devuelta acompañada de un comunicado firmado por Andrés Pascal Allende, donde se aseguraba que el emblema había sido “recuperado de manos de la tiranía”, custodiándolo hasta el momento de la vuelta a la democracia.

Para poder volver a exponer la bandera al público, Catalina Rivera y Francisca Campos llevaron a cabo un minucioso proceso de restauración entre octubre del 2008 y septiembre del presente año, trabajando sobre problemas de pérdida de material, desgaste y descolorido, entre otros, todo en el marco de la celebración por el Bicentenario Nacional.

Así se ha recuperado a un protagonista de la historia del imaginario y la imagen propiamente tal de lo que conocemos como Chile. Si bien se trata de trozos de género y figuras quizás antojadizas, son este tipo de elementos los que se alzan para representar a nuestro país en distintas instancias, desde encuentros gubernamentales o actos militares, hasta escenas como las de Nicolás Massú y Fernando González en el tenis, donde terminan envueltos en ellas luego de hacer sufrir al país por varias horas frente a sus televisores, unidos por Chile, sostenidos por un sin fin de símbolos.

Referencias: Julio Pinto Vallejos y Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, ¿Chilenos todos? La construcción social de la nación (1810-1840), LOM Ediciones, 2009.
Emol.cl
Ilustración original de Fray Pedro Subercaseaux

lunes, 14 de septiembre de 2009

Packaging; Imagen de exportación chilena



¿Vale la pena dejar de ahorrar en el diseño de empaque de productos para la exportación?
Chile hace algún tiempo es una creciente potencia agroalimentaria de exportación. La evolución en el área del packaging es cada vez mayor y más detallada, existen varias empresas dedicadas a este negocio que invierten constantemente, llevándola a crecer en dos dígitos en los últimos cinco años.

Atrás quedaron los días en que nuestras exportaciones de fruta eran hechos en toscos cajones de madera. Actualmente el objetivo es adaptar los envases de transporte para que los productos lleguen directamente a los consumidores, evitándole trabajo a los compradores extranjeros y brindándole al consumidor final datos relevantes sobre el origen de elaboración e información respecto al medio ambiente e inocuidad de los productos.

El negocio del packaging en nuestro país supera los US$ 2.200 millones anuales. Este tipo de diseño ha dejado de estar centrado en la creación de soportes resistentes, pasando a preocuparse de la imagen que viste a nuestros productos de exportación; su limpieza y utilidad visual y también biológica. Claro ejemplo de ello es el caso de los berries exportados por VitalBerry. “En 1993 se exportaban berries en pocillos de cartón tapados con papel celofán y amarrados con un elástico. Hoy van en pocillos individuales de plástico que se degrada más rápidamente, de 310 gramos", según explica su gerente comercial, Felipe Juillerat.

La gracia detrás de esta evolución en el diseño de empaques de los productos de exportación chilenos tiene que ver con un cambio en la filosofía detrás de los envases y sus etiquetas. Desde el concepto de fondo hasta las exigencias específicas de los mercados meta son minuciosamente estudiados para el desarrollo de modificaciones o creaciones de nuevos packagings. Se busca reflejar el compromiso ambiental y la practicidad en los empaques de los productos, lo que ha significado importantes inversiones, pero que definitivamente se han recuperado con las alzas en ventas y fidelidad de productos nacionales en el exterior. Se ha logrado convencer y seducir a los compradores de las ventajas y virtudes de distintos productos, como algunos vinos, pescados y frutas, mediante el diseño adecuado de packaging capaz de vender, contener, transportar, proteger, cuidar y comunicar.

Ya se está trabajando en envases inteligentes, como salidos de una película de ciencia ficción, que cambien de color según el estado en que se encuentran los alimentos que contienen o que modifiquen y mantengan atmósferas ideales dentro de los envases de distintos tipos de productos.

Sin necesariamente tener impresa la bandera chilena en cada envase, se consolida también nuestra imagen país. Ya no basta con tener diseños bonitos, ahora es fundamental que sean efectivos, prácticos y llamativos. El producto y su packaging son igualmente importantes a la hora de la decisión de los consumidores en las góndolas de los supermercados. Debemos diseñar y vender bien la imagen y personalidad de nuestros productos, y de paso de nuestro país.

Datos obtenidos en: Natalie Traverso V., “Nuevas tendencias en packaging. Envases, la imagen sí importa” y “La nueva era del packaging”, Diario.elmercurio.com, lunes 7 de Septiembre, 2009.

jueves, 3 de septiembre de 2009

A 20 años del condorazo del Cóndor Rojas



¿Se toparon con la noticia de la bengala de nuevo?
El 3 de septiembre de 1989, el futbol chileno hizo historia, y no por cálculos optimistas como los que hay ahora acerca de un cercano cupo al mundial, muy por el contrario, fue por un show notable a cargo del arquero Roberto Cóndor Rojas y compañía, que le valió a nuestro país la suspensión a dos mundiales (Italia 1990 y EE.UU. 1994) y al Cóndor, la prohibición de jugar de por vida.

Se jugaba un partido eliminatorio importante ante el seleccionado brasilero en el Estadio Maracaná. A Chile solo le servía el triunfo para avanzar y Brasil ganaba 1-0. Ya corría pleno segundo tiempo, cuando una bengala proveniente de galería cayó en plena área chilena. El portero, Roberto Rojas, cae al suelo con las manos en la cara ensangrentada, sus compañeros van en su ayuda y además nace el famoso “Pato Yáñez”, cuando el delantero se agarra los genitales en señal de furia hacia los locales.

El partido se suspendió y comenzaron las indagaciones sobre el incidente tras los reclamos exaltados de nuestros compatriotas, que llevarían a la conclusión que una garota había sido la responsable del disparo. Finalmente se demostró, gracias a la cinta de una cámara de televisión, que había sido una simulación, un triste montaje de Rojas, apoyado por otros personajes, ya que la bengala había caído al lado del futbolista. Además del Cóndor Rojas habrían participado Fernando Astengo, Orlando Aravena y Sergio Stoppel, entre otros. Por lo cual las sanciones fueron en varias direcciones.

El castigo para el Cóndor Rojas, fue de por vida. No solo desde la FIFA, sino también por parte del pueblo chileno. Tiempo después, el periódico inglés The Times se sumaría, eligiendo al show de Rojas en el primer lugar de las más grandes simulaciones de todos los tiempos en el futbol. Pero el portero continuó su trabajo en el mismísimo Brasil, llegando a ser preparador de arqueros del Sport Club do Recife.

Es común que recordemos los escándalos y malos ratos, y en este caso puede ser absolutamente comprensible, por todo lo que implicó. De todos modos es bueno tener en cuenta que antes el Cóndor demostró su gran calidad al arco, como en las eliminatorias a México 1986, el segundo lugar en la Copa América 1987, su traspaso al Sao Paulo y las eliminatorias de Italia 1990, hasta el incidente teatral, claro. Llegó a ser catalogado incluso como uno de los mejores arqueros de la época y hoy en día, pese al Maracanazo, hay quienes continúan alzándolo en el sitial histórico de los mejores de Chile.

Como sea, hoy se cumplen 20 años del patético episodio que marcó a una generación de futbolistas nacionales, a los anales del futbol chileno y, por supuesto, al siempre presente hincha y telespectador, que tanto hoy como hace dos décadas vuelve a ver las imágenes y alguna chuchada exclama de corazón. Solo queda a futuro que evitemos más condoros, a ver si los rezos populares a Bielsa han servido.

Referencias: Emol.cl / Estrellavalpo.cl / Terra.cl

lunes, 17 de agosto de 2009

Economía subterránea. Mendigos en el Metro



¿Llegaron tendencias mundiales para limosnear en el Metro?
Hoy cuando volvía a casa en la Línea 1 ocurrió algo que me hizo sentirme por un momento en el metro de otra ciudad, como Ciudad de México o París. Cuando tuve la suerte de estar en ambas ciudades vi cómo en sus trenes subterráneos, con muchas más líneas y movimiento de pasajeros que en nuestra capital, subían artistas, vendedores y mendigos a conseguir algunas monedas, tal y como frecuentemente pasa en las micros santiaguinas. Hoy por primera vez, me topé con algo así en el Metro local.

Apenas subí al tren en Estación Tobalaba noté que un hombre que parecía de más de 65 años, con sus ojos idos y una muleta, daba un discurso acerca de un accidente que había tenido y cómo con sus 53 años se veía en la imposibilidad de trabajar y estaba obligado a pedir cooperaciones voluntarias en la calle para sostener su casa. Pero no estábamos en la calle sino bajo tierra, y el sistema de este personaje era bastante peculiar, pues apenas pasaba recogía las limosnas de un sector, avanzaba varios pasos hacia otro grupo de asientos y comenzaba su relato nuevamente. Así, una y otra vez, se ganaba la vida posiblemente yendo desde el último vagón hasta el primero.

Jamás había visto en ningún recorrido del Metro de Santiago a alguien pidiendo plata, ni tampoco ganándosela. Según tengo entendido, no es la falta de creatividad la que hace que no haya gente haciendo dinero en el Metro capitalino, sino que son expulsados por los guardias de la empresa. Por eso me llamó la atención la situación y quise comentarla.

¿Acaso las micros, estaciones de Metro y veredas están tan saturadas ya que comenzaremos a ver personajes de este tipo en lugares que en Santiago no estábamos acostumbrados?, ¿o es tanto el cambio que ha tenido nuestro Metro con el proyecto Transantiago que se están descuidando antiguas costumbres y reglamentos?, ¿o la tendencia mundial superó a la guardia local subterránea?

No digo que este tipo de escenas nos hagan más o menos modernos o avanzados como nación. La novedad de la situación es la que me lleva a la memoria y las comparaciones. Como sea, me dio lástima que mi primera experiencia de este tipo en el Metro de Santiago fuera con alguien pidiendo limosnas y no vendiendo algo o haciendo un poco de arte. En México presencié el tránsito de vendedores de una infinidad de productos, y en París recuerdo a un hombre, como de la misma edad y condición socioeconómica de este personaje de la Línea 1, tocando guitarra de manera asombrosa y con una voz bastante privilegiada al que la gente daba no pocos euros.

Puede haber sido solo casual, pero ojalá que si siguen colándose estos personajes en el Metro, me toque ver también otro tipo de espectáculos y no solo historias trágicas. Con lo atochado, denso y antisocial que se ha vuelto nuestro transporte subterráneo (sobre todo a horas punta), no sería malo poder contar con ofertas llamativas o canciones que acompañen y distraigan nuestros viajes.

Referencias: Anécdota en el Metro de Santiago y viajes anteriores bajo el suelo del D.F. y París.

lunes, 10 de agosto de 2009

Silenciosa feria cultural en Estación Mapocho



¿Supieron de la muestra artística-cultural de este fin de semana? El pasado viernes fui a Estación Mapocho a la inauguración de la Feria Nacional de Arte y Cultura, con la participación de 120 barrios con escasez de recursos y aislamiento geográfico de Chile. La actividad estuvo a cargo del programa Creando Chile en mi Barrio con el apoyo de la Fundación Ideas. La entrada era liberada y la muestra tendría de todo un poco hasta su cierre el domingo.

Como buen primer día temprano no había mucha gente más allá de los mismos organizadores, los grupos a cargo de los puestos y los invitados especiales como Joan Jara y Karen Connolly, y los músicos de Ángel Parra Trío, acompañados del Tío Valentín, quienes se tomarían el escenario después. También estaba la Ministra de Cultura, Paulina Urrutia, seguida de cerca por el grupo de prensa presente. Ella misma hizo las veces de animadora en el show de puntapié inicial, y la verdad es que su enérgica locución bien amplificada fue un tanto agotadora.

Mientras se desarrollaba el show en el sector del escenario, el recorrido de la exposición se encontraba casi desierto, lo que aprovechamos algunos para dar la vuelta sin apuro, mirar con calma, sacar fotos e incluso degustar algunos de los alimentos típicos de distintas zonas que se vendían en el rincón gastronómico.

La muestra estaba organizada con emulaciones de kioscos, sedes comunitarias, comedores, una plaza, un mural y una canchita de fútbol, entre otros.

Actividades culturales, artesanía, gastronomía, foros y música en vivo se mezclarían durante los tres días del montaje, pero ese día temprano aún no había suficiente ambiente, y, siendo sincero, se sentía el recinto un poco mal aprovechado. Quizás repleto de gente diera otra impresión, pero todos los elementos estaban un tanto desperdigados y la Estación Mapocho era demasiado imponente ante el salpicón de instalaciones. Pero lo que había estaba en general bien cuidado, hecho con dedicación, descontando los clásicos pendones pixelados y algunos productos con poco de chilenidad.

Terminó el acto de apertura, y mientras los sonidistas y técnicos se tomaban todo el tiempo del mundo para comenzar con el mini concierto de Ángel Parra Trío, la falta de más lugares por recorrer y el hambre imperante, opté por partir. La feria me dejó con gusto a poco, pese a que la iniciativa me parece grandiosa. Que se sigan haciendo proyectos así y que se tomen estos gigantescos lugares, como Estación Mapocho, es sin duda un acierto de gestión, cultura, arte, comunidades y Chile, aunque ni siquiera la cobertura mediática y la difusión fue suficiente, sino, más bien silenciosa.

Referencia: Paola Mosso, “Todos los barrios de Chile se apretujan en la Estación Mapocho”, Lanacion.cl

jueves, 6 de agosto de 2009

Al resguardo del Escudo Nacional



¿Nuestro escudo nos defiende de la perdida de identidad?
Cuecas, empanadas, chicha y la bandera, son algunos de los símbolos patrios que actualmente reconocemos como imagen de Chile, aunque comúnmente solo aparezcan para el 18 de septiembre o fechas conmemorativas. Otro de ellos, nuestro Escudo Nacional, tuvo transformaciones pero llegó a configurarse como lo conocemos hoy en día intentando escudar una identidad local.

Los escudos, históricamente, además de servir de elemento de defensa personal en el combate cuerpo a cuerpo, cumplía la función de resguardar y realzar nombres o símbolos de familias reales y grupos de importancia social. Así, los países toman la costumbre de tener sus propios escudos, como elementos fundamentales de su imagen nacional, y no netamente ligado al ámbito militar, sino como emblema de orgullo y unión popular.

El Escudo Nacional actual fue oficializado recién el 26 de junio de 1834 bajo el gobierno de José Joaquín Prieto. Su diseño, paradójicamente, estuvo a cargo de un británico, Carlos C. Wood Taylor. El diseño consta del escudo mismo con la estrella blanca en su centro, dividido en azul y rojo, sostenido por un huemul y un cóndor con coronas navales de oro. Está adornado con tres plumas de colores azul, blanco y rojo. Debajo, sosteniendo al conjunto, hay una suerte de forma orgánica, atravesada por un lienzo con el lema “Por la razón o la fuerza”.

Hubo dos diseños previos. En 1812 se había creado el primer escudo para reemplazar el escudo Real Español. Este tenía una pareja de indígenas armados, cuyo único parecido con el escudo actual era una estrella blanca sobre ellos. Y, con el Chile independiente ya firme, el gobierno de Bernardo O’Higgins decidió crear un nuevo emblema patrio, con laureles tipo César, un marco con una columna jónica en su centro y armas de la época por fuera.

Pero además de sus dos transformaciones, este estandarte patrio tuvo algunas modificaciones particulares sin intención. Hay versiones que cuentan con un caballo en vez de huemul, como el Monumento a los Héroes de Iquique en Valparaíso y en la Plaza Independencia de Concepción, debido a que fueron artistas extranjeros quienes los hicieron, sin conocer huemules. A propósito, ¿cuántos de nosotros hemos visto un huemul?, ¿cuántos hay?, ¿dónde están?

Quizás sea poca la claridad del por qué la presencia del huemul y el cóndor a nivel masivo en Chile. Muchas veces aceptamos y levantamos nuestros símbolos patrios sin siquiera pensar cómo llegaron a estar ahí o lo que representan.

Si bien puede no incomodarnos o importarnos el nombramiento e ilustración del huemul y el cóndor como los animales chilenos icónicos, el lema si ha generado en nuestra historia varias discusiones y dudas. El carácter rudo y algo bélico que insinúa ha llevado a que incluso en el Congreso Nacional, el año 2004, Nelson Ávila propusiera una ley para cambiar la frase actual “Por la razón o la fuerza” a “Por la fuerza de la razón”. Este proyecto aún está en trámite, y por su baja prioridad, es probable que demore mucho en saberse su conclusión, o simplemente se olvide.

Finalmente, estos constructos nos llegan establecidos y es poco lo que podemos hacer ante o “contra” ellos. Cada vez que vemos nuestro escudo, así como nuestra bandera nacional o algún otro emblema, sabemos que se trata de símbolos que nos representan, sino a nosotros, al menos al concepto de Chile a nivel internacional. Habiendo revisado algo de su historia y sus características, además de alguna anécdota peculiar, nos queda preguntarnos si este escudo nos ayuda aunque sea en menor medida a unirnos dentro de este concepto quizás poco definido que se entiende por “Chile”.

Algunos datos: Wikipedia.org

martes, 28 de julio de 2009

Polémica por Expo Shanghai 2010 suma y sigue



¿Puede seguir creciendo la discusión por el Pabellón de Chile?
Varios posts atrás expuse el debate existente por el Pabellón Chileno en la Exposición Universal de Shanghai 2010. Desde entonces, muchos reclamos, respuestas y mensajes han ido y venido. Algunos dicen que faltan elementos icónicos de la chilenidad, que no están representados nuestros paisajes ni habitantes, que es imposible superar el impacto logrado en la Exposición Universal de Sevilla ’92 con su iceberg, que el equipo encargado aquella vez era más o menos apropiado y atingente, etc.

La polémica ha seguido, pero estos últimos días las miradas se apuntan hacia otra arista del proyecto; El sitio web 3D de Chile. Se ha comentado que el concepto madre para el nuevo pabellón chileno, expresable como “el individualismo que caracteriza a la urbe contemporánea”, aunque pueda representarnos, no es una condición única ni original de nuestro pueblo. Sin embrago, el equipo a cargo continúa con su plan trazado y por estos días se encuentra diseñando el portal en Internet de Chile para la exposición, que corresponde, nada menos, que al recorrido tridimensional del pabellón real.

"Será una experiencia cinematográfica y mostrará cómo el hombre del siglo XXI vive en sus ciudades. Será más de cómo las personas se sienten en la ciudad que de reconocer la Torre Entel". Así expone Ricardo Contesse, diseñador de Portable, la empresa a cargo del sitio, la idea de esta parte del proyecto, respondiendo a quienes esperarían un vuelco en la historia para volver a ver símbolos patrios de ayer y hoy en la exposición que supuestamente nos debería hacer partícipes del mega evento en Shangai para el año de nuestro Bicentenario Nacional.

Las palabras de Ricardo Contesse pueden ser un efectivo trailer, pero vale mencionar que el fondo de este sitio web 3D no se debe a la creatividad del equipo chileno, pues los organizadores chinos fueron quienes pusieron un par de exigencias a todos quienes trabajaran con portales online. La primera era que utilizaran Virtools, el software oficial de la exposición, y la segunda requería repetir el espacio físico del pabellón a la perfección. O sea que los atributos y límites de programación dependen en gran medida del programa utilizado, y el tema de hacer el recorrido virtual es obligación, por lo cual solo el contenido será distintivo.

Entre los participantes americanos, solo cinco países se embarcaron en el diseño web. Estos son Canadá, México, Estados Unidos, Venezuela y Chile. Esto obviamente le da al proyecto chileno una tribuna especial, por ser parte de este grupo que podrá ser visitado a distancia por medio de Internet. Pero lo que contendrá este portal no será otra cosa que la copia fiel del Pabellón mismo, el cual ha generado todas las discusiones y desacuerdos.

Ahora, el equipo a cargo ha respondido que la propuesta, tanto del pabellón como de su recorrido virtual, guardan relación con la génesis un espacio de relaciones humanas, para proponer así ocho medidas enfocadas en las soluciones a seguir para mejorar la vida, no solo de los chilenos, sino que en general.

El proyecto suma y sigue, tanto en elementos de la exposición como en factores de polémica. Hay un parecido innegable entre el Pabellón chileno para Shanghai 2010 y el Pabellón en Expo Sevilla ’92, y este es la expectación previa que ha logrado. Ya veremos que historia se contará luego de que esta exposición ocurra, mientras tanto, hay que estar atentos por si siguen apareciendo protagonistas o villanos invitados.

Referencias: Gabriela Bade, “La otra apuesta de Chile en Shanghai 2010 será su sitio web”, Diario.elmercurio.com

lunes, 20 de julio de 2009

El mutante Metro de Santiago



¿Cómo ha cambiado el Metro de Santiago?
La puesta en marcha de la extensión de la Línea 1 del Metro hasta Los Dominicos está fijada para la primera quincena de noviembre del presente año. De este modo, continúa la historia de este símbolo capitalino y nacional, considerado el tren subterráneo más moderno de Latinoamérica, aunque para sus usuarios más fieles hace tiempo no es más que un dolor de cabeza.

Fue un consorcio franco-chileno el que dio comienzo a la construcción de la Línea 1 del Metro por debajo de la Alameda, bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva en 1968. Se panificó que habrían 5 líneas, cubriendo alrededor de 80 kms. En 1975, ya con Dictadura Militar, Augusto Pinochet es quien corta la cinta y marca el comienzo del proyecto, desde San Pablo a La Moneda.

Entre 1977 y 1978 se extendería la Línea 1 y se inauguraría el primer tramo de la Línea 2. En 1980 la Línea 1 alcanza su longitud hasta estación Escuela Militar. Diez y siete años después, Eduardo Frei Ruiz-Tagle inaugura la nueva Línea 5. Y, en el gobierno de Ricardo Lagos, se construye y hecha a andar la Línea 4. Durante todo este proceso, los carros han sido traídos desde Francia, México, Brasil y ahora España. Pueden verse todos los modelos aún en circulación en las distintas líneas.

El terremoto en 1985 en gran parte del Valle Central de Chile hizo que la mayoría de los fondos destinados a la construcción restante del tren subterráneo, tanto de extensiones como de sus nuevas líneas, fueran requeridos para la reconstrucción de la ciudad.

Solo el año 2006 se transportaron cerca de 1.300.000 pasajeros diariamente. Pero esta cifra se ha duplicado desde el 2007, debido a su inclusión dentro del sistema integral de trasporte público Transantiago. La demanda alcanzó más de 2,4 millones de usuarios por día y cerca de 5,5 pasajeros por metro cuadrado, cifra similar a la del metro de Tokio, considerado como uno de los más congestionados del mundo. Esto ha llevado a un alto índice de descontento y descuido popular del Metro capitalino. La rapidez y comodidad en los viajes ya no es lo que era antaño, y eso se nota a simple vista.

Es cierto que el Transantiago ha tenido consecuencias fatales en el transporte de los santiaguinos durante los últimos años. Los viajes son a veces bastante traumáticos y se necesita de muchos recursos y esfuerzos adicionales al plan original para lograr hacer funcionar el proyecto de manera efectiva. El Metro de Santiago se ha visto profundamente tocado y mutado por este tema y quienes disfrutamos del servicio existente hasta principios de este nuevo siglo lo extrañamos enormemente. Puede ser por el costo del progreso o sencillamente una pésima iniciativa gubernamental.

Sin embargo, no todo es color de hormiga en nuestro tren subterráneo, pues desde sus inicios, este proyecto buscó aportar en cultura y arte. Actualmente se cuenta con iniciativas como Bibliometro, paneles de difusión de eventos en los andenes, varias galerías, murales e instalaciones en algunas estaciones de gran afluencia y la convocatoria popular de Santiago en 100 palabras, que premia microcuentos acerca de temas urbanos y chilenos. Finalmente, el Metro ha estado ahí desde hace cuarenta años y deberemos lidiar con él, ya que seguirá siendo algo así como el sistema circulatorio de Santiago.

Imagen original y datos: Pedro Álvarez Caselli , “Chile Marca Registrada”.
Otras referencias: Wikipedia.org / Metrosantiago.cl