jueves, 26 de noviembre de 2009

Gráfica de la literatura de cordel criolla



¿Existe una gráfica propiamente chilena que refleje el cambio de siglo XIX al XX?
Esta pregunta se repite cada cierto tiempo, y no solo referida a ese período de nuestro proceso evolutivo, sino a varias épocas, pues no son pocos quienes aseguran que Chile, tal vez por falta de creatividad o por los innumerables quiebres históricos, nunca ha tenido expresiones artísticas nacidas y desarrolladas en el medio local sin ser hechas por extranjeros o imitadas evidentemente de modas del exterior.

Desarrollando un proyecto laboral me topé con los singulares y llamativos grabados de la Lira Popular. Retrata de representaciones locales de distintos temas chilenos con una técnica bastante particular que acompañaban poesías en décimas escritas por populares poetas entre el año 1866 y 1930. Entonces, entré en el mundo de estas ilustraciones tan rústicas como criollas y fascinado por el reencuentro decidí escribir al respecto, aprovechando de actualizar este espacio algo relegado por el trabajo.

Corría una época de auge en cuanto a literatura popular se refiere cuando apareció la Lira Popular, que consistía en pliegos sueltos impresos en los que algunos autores nacionales populares plasmaban sus obras poéticas en décimas referidas a quehaceres nacionales, escenas varias y personajes icónicos.

En Occidente se nominaba a este movimiento como “literatura de cordel”, debido a que la forma de exponer al público era colgando cada pliego de un cordel o lienzo estirado entre dos árboles o similar.

En nuestro país estas obras se ilustraban con grabados más bien toscos, de creación autodidacta y azarosa, que la mayoría de las veces eran diseñados por los mismos autores del escrito. A ello puede atribuirse esa calidad básica, quizás algo infantil, pero con toda aquella personalidad que da la simpleza y la técnica misma de impresión. Debo mencionar que además esta gráfica me recuerda bastante a toda una corriente contemporánea de artistas chilenos, como por ejemplo el particular trabajo de José Benmayor.

Como muchas veces ocurre, más por fortuna que por decisión consciente, hubo quienes atesoraron estos impresos, según cuenta Memoriachilena.cl, como el alemán Rodolfo Lenz, que posteriormente donó su colección de alrededor de quinientos pliegos a la Biblioteca Nacional, transformándose, junto a la de alamiro Ávila y Raúl Amunátegui de la Biblioteca Central de la Universidad de Chile, en una de las tres colecciones existen en Chile.

Fue poca la importancia que se le atribuyó durante la historia a esta verdadera vitrina de historia y literatura nacional. En sus distintas ediciones aparecen grabados tanto temas políticos, como rutinarios y sucesos violentos.

Recomiendo a quien no haya visto nunca la Lira Popular darse una vueltecita por sus pliegos y hacerse su propia opinión. Como mínimo debe aceptarse que se trata, al menos, de testigos protagónicos visuales de Chile y sus realidades. El resto queda para el análisis, la discusión y la imaginación de todos nosotros.

Referencias: Lira Popular / Memoriachilena.cl

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