viernes, 29 de agosto de 2014

Tiempos de chacarero

¿Supieron sobre el alto sitial de nuestro chacarero en la revista Times? Resulta que esta semana, justo cuando empezamos a festejar que pasamos agosto, prácticamente todos los medios escritos y varios audiovisuales se han tomado el tiempo y el espacio para comentar esta interesante noticia que involucra parte del patrimonio culinario, cocinero o sanguchero de Chile.

 La revista estadounidense Times elaboró un ranking con los mejores 13 sanguches del mundo y el chacarero chileno fue incluido entre ellos, definiéndolo en sus páginas como un “popular bocadillo chileno hecho con carne en rodajas finas y cubierto con tomates, ají verde y porotos verdes”. Codeándolo con ricas y creativas recetas internacionales, pero destacándolo principalmente por su singular mezcla de ingredientes frescos y su buen precio.

 Pero no es mi intención compartir los mismos datos que ya habrán podido encontrarse una y otra vez, a veces casi copiados y pegados, en la prensa por estos días. Sino compartir mi inocente duda luego de recibir esta noticia, acerca del origen del concepto: “chacarero”. ¿Por qué el nombre?, ¿de dónde proviene y qué significa realmente? 

La Real Academia Española define el término “chacarero” como “perteneciente o relativo a una chácara”, también conocida por nosotros como “chacra” (o “granja” si usted prefiere). Bajo esta relación lingüística, podemos inferir que fueron los ingredientes del sanguche los que le dieron su nombre, ya que en las chacras se crían animales y cultivan hortalizas, comúnmente con métodos aun bastante responsables y limpios. Además, suele encontrarse allí también pan casero del día, para el propio consumo y/o su comercialización. Y si hay suerte: elaborado con masa madre y no tanta levadura o aditivo industrial.

Recapitulando, tanto la carne (comúnmente de vacuno, pero incluso en sus variables animales), como los tomates, el ají verde y los porotos verdes pueden ser encontrados en una chacra chilena durante la temporada primavera-verano. Lo que le brinda incluso un peculiar apego a la tierra, por la relación de este sanguche con el trabajo de los productores campesinos y los recursos naturales o elaborados ya típicos del campo criollo.

Todo listo y dispuesto para armar un chacarero en la mismísima chacra chilena, para alimentar, en forma colorida, sana y nutritiva, desde el mismo productor campesino, hasta el huésped o el pasante.

Así que la próxima vez que vaya al campo o entre a su local favorito de sanguches, no se acuerde solamente del grato y bullado ranking extranjero, sino también del origen local y de la temporada idónea para engullirse uno. Mal que mal precisamente es por estas fechas, acercándonos a la primavera y a los festejos dieciocheros, en que todos estos productos pueden combinarse en su mejor momento para alegrarnos el plato y la boca, sin necesidad siquiera de agregarle mayonesa u otros aderezos, según su receta original.