domingo, 12 de septiembre de 2010

Centenario, Bicentenario y la búsqueda de la chilenidad



¿Cambió la búsqueda de chilenidad tras 100 y 200 años?
Para el año 1910, existió una gran expectativa derivada en múltiples preparaciones para festejar en grande el supuesto Centenario de la Independencia. Naturalmente, se buscaba relacionar a todos los personajes de este territorio bajo un imaginario colectivo fuertemente nacionalista, rebosante de “chilenidad”.

Paralelamente a la planificación de fiestas y obras conmemorativas, que intentaban reflejar a nivel internacional una imagen de progreso y modernidad, bajo la organización de la elite gobernante, el Centenario ya generaba una amplia discusión acerca de la realidad de Chile en cuanto a su identidad. Por ejemplo, Luis Emilio Recabarren, fundador del Partido Comunista local, afirmó sobre esa fecha que: “(...) sólo tienen razón de conmemorarla los burgueses, porque ellos, sublevados en 1810 contra la Corona de España, conquistaron esta patria para gozarla y aprovecharse de todas las ventajas que la Independencia les proporcionaba; pero el pueblo, la clase trabajadora, que siempre ha vivido en la miseria, nada, pero absolutamente nada ha ganado con la Independencia de este suelo de la dominación española.”

Las palabras de Recabarren, si bien guardan una conocida sustancia política, sintetizan de buena manera una opinión común y reiterativa a lo largo de la historia chilena, que demuestra cómo un grupo importante puede percibir que ciertas instancias, tanto propuestas como impuestas, les son más bien lejanas o ajenas. Ya sea por disconformidad constante, por real falta de identificación o porque el progreso no beneficiaba a todos por igual; en los festejos hace cien años ya se notaba una carencia de la imagen propia de los chilenos. Como unidad, como parte de una estructura más compleja, que generara y expusiera, ojalá, cierta cohesión entre los chilenos. Pero la elite gobernante tuvo desde el principio de su historia republicana el objetivo de generar y no de buscar una identidad chilena y una imagen país integradora y reconocible, aunque en la práctica hubiese muchas imágenes e identidades distintas y distancia más que unión.

Sobre este entendido es que en el año 2000 se creó la Comisión Bicentenario con el fin de gestionar proyectos, en base a la reflexión, al debate y a la discusión entre los chilenos, para acercarnos a ser un país integrado y con un correcto desarrollo de su identidad país. Como parte de este proyecto gubernamental, se ha obrado mayoritariamente desde el ámbito de infraestructura y equipamiento en diversas ciudades, con el objetivo de generar proyectos emblemáticos de desarrollo urbano en el festejo del 2010, que hoy vemos todos los días en los distintos medios de comunicación.

Cada cual tiene su opinión respecto al éxito y la calidad de todo lo que está pasando en este año y este mes patrio en torno al bullado Bicentenario, pero ¿acaso ha cambiado lo que al parecer fue el gran error de gestión para el Centenario?, ¿somos los chilenos y no una elite gobernante quienes estamos reformulando y definiendo nuestro camino identitario?, ¿lograremos luego de este 18 de septiembre ofrecer aquello que Chile, como nación única, puede ofrecer?, ¿existe al fin y compartimos una chilenidad?...