miércoles, 17 de agosto de 2011

Violeta se fue a los cines



¿Vieron la película de la Violeta? Y ojo que esta pregunta no es solo relativa a las ganas o interés de asistir a este estreno nacional, también depende de si lograron encontrar entradas o incluso entrar a su cine preferido estos días, con fin de semana largo y todo, donde las salas colapsaron.

Sin entrar a contar la película, que imagino a nadie le causaría gracia si no la ha visto, es bien notable lo que ha pasado hasta el minuto con el fenómeno Violeta se fue a los cielos. Este homenaje a la folclorista, cantautora, pintora, bordadora y ceramista ha sido un éxito de taquilla en sus primeros días, por sobre varias ofertas internacionales, agotando funciones y generando filas larguísimas en los cines locales. Con decirles que en La Reina este fin de semana, la gente estaba desde el tercer piso bajando por las escaleras hasta la mitad del primer piso haciendo cola. Cosa extraña si pensamos cuánta “bola” se le da cotidianamente a Violeta Parra y otros personajes de la historia y cultura chilena más cercana. O si tomamos en cuenta frases para el bronce como una que me tocó oír saliendo del cine: “Que fome. No pasó nada que no se sepa en la película”.

Pese a que sería raro ver grandes novedades en una cinta de tipo biográfica o de retrato de personajes reconocidos, y que imagino que la mayoría se sienta en la sala de su cine favorito a verla sin esperar explosiones, autos voladores o animales parlantes, tengo dudas si acaso realmente todos los chilenos sabemos todo lo que nos comparte esta película. Y si es cierto que conocemos y valoramos tan bien la historia y obra de Violeta Parra, es bueno recordar que cualquier obra cinematográfica (o de otro tipo) con este perfil, debiera, ojalá, transmitir para otros lugares a estos personajes y sus historias, como parte de nuestra propia historia y cultura chilena. Y latinoamericana.

En lo personal, me parece una apuesta de gran valor. La actuación de Francisca Gavilán: formidable, pues además de muy creíble y estudiada, hasta canta igualito. La fotografía y textura de la película son protagónicas, dándole una atmósfera bien particular y envolvente sumadas a la música y la narración. Los paisajes donde pasean los personajes casi pueden palparse y olerse.

Lamentable que como comenta su director Andrés Wood en varios medios de prensa; no se hayan hecho más copias para que la cinta llegué a más salas, pese a que lo solicitaron, evitando tanto atochamiento donde ya está y brindando la opción a más gente en más lugares de verla. Con estos hitos contemporáneos nos damos cuenta de que se puede hacer cine exitoso en Chile y que la gente está con ganas de seguir estos proyectos, sin desmerecer el excelente trabajo de producción, gestión y difusión de los responsables de Violeta se fue a los cielos.

Espero ansioso más productos de este tipo, mientras se consiguen ideales de otra índole como lo que plantea Álvaro Henríquez por estos días, respecto a lo necesario que se hace que nuestros estandartes modernos como la Violeta pasen a ocupar sitiales cotidianos de peso, en billetes, monedas u otros, que nos acerquen a fragmentos de nuestro país y nuestra gente, del arte, historia y cultura de carne y hueso de nuestra identidad.

Link de la película: Violeta se fue a los cielos

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho lo que ha pasado con las películas de Wood, crean espectación acerca de temas cercanos que a veces no queremos o nos da lata examinar.
    Estoy absolutamente de acuerdo con lo que mencionas de paisajes, texturas y el casi sentir olores, lo que además me pasó es que la película me agarró el alma, me di cuenta por los pelos parados frente a los sentimientos que la actriz interpretaba junto con canciones que forman parte de mi soundtrack y que para mi son muy significativas. En resumen me cautivó la introspección y la naturaleza, a ver si llega algún día a Valdi

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  2. Si pues, que llegue a todos los cines del país. Y a ver qué pasa afuera con la película.

    Por ahora "dedo para arriba" y veámos las estadísticas finálicas de estas priméricas semánicas, que a los analíticos y preguntónicos, tanto dictan en nuestra histórica.

    Gracias por tu comentario.

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