lunes, 21 de septiembre de 2009

Nuestra bandera nacional



¿Izaron sus banderas en estas fiestas patrias?
Desde principios del siglo XIX en Chile, entre batallas y ceremonias para lograr aquella independencia nacional tan recordada últimamente, los símbolos empezaron a tomar relevancia como herramientas de realce y unión social entre los habitantes de esta República.

Durante las primeras décadas del 1800 se crean, modifican y establecen varios símbolos patrios importantes, como la bandera, la escarapela y el escudo, o el himno nacional, en el ámbito más abstracto. La bandera del incipiente Chile independiente tuvo dos versiones claramente reconocibles previas a la que actualmente conocemos. La primera versión, en 1812, constaba de tres franjas horizontales, de colores azul, blanco y amarillo, y en su centro se enmarcaba una pareja indígena mapuche junto a una columna, símbolo de libertad. Luego, para 1817 sería cambiada por una con tres franjas horizontales, de colores azul, blanco y rojo, y la columna jónica en el centro. Finalmente, para el juramento de la independencia del 12 de febrero de 1818, se harían los últimos cambios que llevarían al diseño que hoy en día conocemos y colocamos en nuestros hogares, autos y negocios para las fiestas patrias.

A mediados de la semana recién pasada, en vísperas del 18 de septiembre, la presidenta Michelle Bachelet en persona presentó oficialmente la mismísima bandera sobre la que se juró la independencia de Chile. Desde ahora, quien quiera podrá apreciarla en uno de los salones del Museo Histórico Nacional, en Plaza de Armas.

El año 1925 ya había pasado a ser parte de la colección del Museo Histórico Nacional, pero en 1980 fue robada por el MIR como protesta ante el Régimen Militar. Y no fue hasta diciembre del 2003 que fue encontrada y devuelta acompañada de un comunicado firmado por Andrés Pascal Allende, donde se aseguraba que el emblema había sido “recuperado de manos de la tiranía”, custodiándolo hasta el momento de la vuelta a la democracia.

Para poder volver a exponer la bandera al público, Catalina Rivera y Francisca Campos llevaron a cabo un minucioso proceso de restauración entre octubre del 2008 y septiembre del presente año, trabajando sobre problemas de pérdida de material, desgaste y descolorido, entre otros, todo en el marco de la celebración por el Bicentenario Nacional.

Así se ha recuperado a un protagonista de la historia del imaginario y la imagen propiamente tal de lo que conocemos como Chile. Si bien se trata de trozos de género y figuras quizás antojadizas, son este tipo de elementos los que se alzan para representar a nuestro país en distintas instancias, desde encuentros gubernamentales o actos militares, hasta escenas como las de Nicolás Massú y Fernando González en el tenis, donde terminan envueltos en ellas luego de hacer sufrir al país por varias horas frente a sus televisores, unidos por Chile, sostenidos por un sin fin de símbolos.

Referencias: Julio Pinto Vallejos y Verónica Valdivia Ortiz de Zárate, ¿Chilenos todos? La construcción social de la nación (1810-1840), LOM Ediciones, 2009.
Emol.cl
Ilustración original de Fray Pedro Subercaseaux

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