lunes, 14 de septiembre de 2009

Packaging; Imagen de exportación chilena



¿Vale la pena dejar de ahorrar en el diseño de empaque de productos para la exportación?
Chile hace algún tiempo es una creciente potencia agroalimentaria de exportación. La evolución en el área del packaging es cada vez mayor y más detallada, existen varias empresas dedicadas a este negocio que invierten constantemente, llevándola a crecer en dos dígitos en los últimos cinco años.

Atrás quedaron los días en que nuestras exportaciones de fruta eran hechos en toscos cajones de madera. Actualmente el objetivo es adaptar los envases de transporte para que los productos lleguen directamente a los consumidores, evitándole trabajo a los compradores extranjeros y brindándole al consumidor final datos relevantes sobre el origen de elaboración e información respecto al medio ambiente e inocuidad de los productos.

El negocio del packaging en nuestro país supera los US$ 2.200 millones anuales. Este tipo de diseño ha dejado de estar centrado en la creación de soportes resistentes, pasando a preocuparse de la imagen que viste a nuestros productos de exportación; su limpieza y utilidad visual y también biológica. Claro ejemplo de ello es el caso de los berries exportados por VitalBerry. “En 1993 se exportaban berries en pocillos de cartón tapados con papel celofán y amarrados con un elástico. Hoy van en pocillos individuales de plástico que se degrada más rápidamente, de 310 gramos", según explica su gerente comercial, Felipe Juillerat.

La gracia detrás de esta evolución en el diseño de empaques de los productos de exportación chilenos tiene que ver con un cambio en la filosofía detrás de los envases y sus etiquetas. Desde el concepto de fondo hasta las exigencias específicas de los mercados meta son minuciosamente estudiados para el desarrollo de modificaciones o creaciones de nuevos packagings. Se busca reflejar el compromiso ambiental y la practicidad en los empaques de los productos, lo que ha significado importantes inversiones, pero que definitivamente se han recuperado con las alzas en ventas y fidelidad de productos nacionales en el exterior. Se ha logrado convencer y seducir a los compradores de las ventajas y virtudes de distintos productos, como algunos vinos, pescados y frutas, mediante el diseño adecuado de packaging capaz de vender, contener, transportar, proteger, cuidar y comunicar.

Ya se está trabajando en envases inteligentes, como salidos de una película de ciencia ficción, que cambien de color según el estado en que se encuentran los alimentos que contienen o que modifiquen y mantengan atmósferas ideales dentro de los envases de distintos tipos de productos.

Sin necesariamente tener impresa la bandera chilena en cada envase, se consolida también nuestra imagen país. Ya no basta con tener diseños bonitos, ahora es fundamental que sean efectivos, prácticos y llamativos. El producto y su packaging son igualmente importantes a la hora de la decisión de los consumidores en las góndolas de los supermercados. Debemos diseñar y vender bien la imagen y personalidad de nuestros productos, y de paso de nuestro país.

Datos obtenidos en: Natalie Traverso V., “Nuevas tendencias en packaging. Envases, la imagen sí importa” y “La nueva era del packaging”, Diario.elmercurio.com, lunes 7 de Septiembre, 2009.

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