viernes, 30 de octubre de 2009

Día Nacional del Ejecutado Político



¿Sabían que hoy se conmemora a los ejecutados políticos?
Esta fecha ya era utilizada por los familiares de los ejecutados políticos para recordar a sus seres queridos, pero hoy ha pasado a tener un carácter nacional oficial. Hoy la presidenta Michelle Bachelet firmó un decreto que establece el 30 de Octubre como el Día Nacional del Ejecutado Político.

La ceremonia se realizó en el Palacio de La Moneda junto a la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos, además de algunos miembros del escenario político y gubernamental, como el diputado Tucapel Jiménez, hijo del líder sindical asesinado en 1982, y la ministra Carolina Tohá, hija de José Tohá, ministro de Allende, ejecutado en 1974. Lo que se busca es conmemorar a cientos de personas asesinadas en la dictadura, según la mandataria, no como revancha, sino como “una política imprescindible para recuperar el alma de Chile”.

Muchos discuten hace ya bastante tiempo acerca de si este tipo de acciones no hacen más que volver a traer temas conflictivos y revivir permanentemente las diferencias entre los grupos y el pasado negativo chileno. Por ello, la presidenta enfatizó que esto tenía que ver con los pilares de acción que han tenido los gobiernos democráticos luego del término de la dictadura de Augusto Pinochet; pilares como verdad, justicia y reparación. La idea se centra en que el pueblo chileno no olvide con el correr de los años a las víctimas de una etapa de nuestra historia en pos de no repetir los graves errores y horrores ocurridos, reafirmando el compromiso nacional con los Derechos Humanos por siempre. También se planteó la iniciativa de contar con un Instituto de Derechos Humanos, para defender la memoria y promover la cultura, aprendiendo de las fallas del pasado.

Chile debe ser capaz de cerrar de una vez por todas las heridas del pasado, como lo son las dejadas por el Gobierno Militar. No podemos seguir discutiendo y luchando por temas que ya pasaron de cierto modo, por malos o buenos que sean. Hay que saber y ser capaces de avanzar, no borrar ni omitir los capítulos oscuros y crueles de nuestra historia. La presidenta declaró que “éstas (heridas) sólo se pueden curar si están limpiecitas. Es la única manera que cicatricen”. Una afirmación extremadamente clínica y absolutamente cierta.

Es bueno contar con instancias, actos y conmemoraciones para recordar quiénes somos, de dónde venimos y proyectar para dónde vamos. El tener en la memoria problemas como la intolerancia y la violencia es nutritivo para fortalecer el futuro del país. Hay que saber asumir lo positivo y lo negativo de los elementos que configuran nuestra identidad. Aunque sea en referencia a un punto negro de nuestra historia, es mejor conmemorar este tipo de eventos propios de nuestro país que andar preocupados de conseguir un buen disfraz para una fiesta o comprar un arsenal de dulces para recibir a los niños este fin de semana de Halloween, otra fiesta ajena absorbida y adorada por los chilenos. Y con esto no digo que solo debamos llorar nuestras desgracias, también hay fiestas que nos pertenecen, y ambos tipos de eventos nos definen como chilenos, sumado a todo lo que adquirimos del exterior.

Información obtenida en: Lanacion.cl / Emol.cl

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