martes, 27 de octubre de 2009
El cigarro como símbolo histórico
¿Cómo se enlazan los cigarros con la historia de Chile y sus países vecinos? El tabaco fue descubierto en América por los marineros colonos, transformándose en un vicio y una industria de peso mundial de forma rápida y potente.
A la llegada de Cristóbal Colón los indígenas ya fumaban tabaco en una especie de pipa de caña nominada “Tobago”, que dio posteriormente el nombre a la planta del Nuevo Mundo. Nuestros pueblos originarios consumían esta planta bajo la creencia de cualidades curativas, entre otras. Al poco tiempo las semillas de tabaco fueron exportadas a España y luego a Francia e Inglaterra, esparciendo y creando la costumbre y el vicio rápidamente en el resto del globo. Ya fuera en pipa, cigarrillo o masticado, el tabaco se apoderaba del mercado universal.
En el ámbito local, pese a que hacia 1753 España monopolizó la plantación y venta del tabaco, y que el contrabando y la producción casera fueron incontrolables, la industria tabacalera tuvo gran éxito en Chile. Primero los cigarros se fabricaban de manera casera y se vendían sueltos o envueltos rústicamente en papel. Entrando al siglo XX la industria nacional se revolucionó con la llegada de la máquina para fabricar cigarrillos en serie, creándose la primera fábrica local.
Así, hacia fines del siglo XIX las marcas de cigarros nacionales eran muchísimas y muy variadas. Las primeras cajetillas producidas profesionalmente eran impresas en blanco y negro, para luego adoptarse la impresión cromolitográfica, que permitía contar con 14 colores, además de relieves y dorados, para enriquecer la gráfica y evitar las imitaciones baratas. Estos diseños se relacionaban fuertemente con modernidad, glamour y elegancia, debido a que incluso los protagonistas de las películas extranjeras del momento fumaban, y mucho.
Las cajetillas reflejaban el imaginario nacional del momento. Se mostraban paisajes locales, alegorías patrióticas, elementos de arquitectura, personajes mitológicos y la siempre bien ponderada figura femenina, tan reiterativa en la historia de la publicidad a nivel mundial. Existieron marcas tales como “Por la Razón y por la Fuerza”, “ Fresia”, “El Sol”, “El Pampino”, “El buen Roto”, “Compadre”, “Populares”, "Marca Chancho", “La Belleza”, “Cine” y “Ópera”, que llegaban desde distintas simbologías a todos los segmentos chilenos, con temáticas, calidades y precios para todos los gustos.
En 1909 se fundó la Compañía Chilena de Tabaco, que reunió al grupo de fábricas del rubro más importantes del país y se transformó en la tabacalera líder del mercado en poco tiempo. Luego se unió con la British American Tobacco, el conglomerado con más participación a nivel global.
La historia del tabaco, la industria del cigarro y el diseño chileno de marcas atraviesa nuestra memoria desde nuestros antepasados indígenas, pasando por la construcción republicana y hasta el día de hoy. Y aunque seguiremos viendo personajes como Don Miguel o Don Serapio junto a advertencias mortales e imágenes exageradas de dentaduras putrefactas ocupando gran porcentaje de la visualidad de las cajetillas de cigarros, pues los temas de salud, cáncer y consumo precoz de cigarros en Chile (y en general) son de gran relevancia y preocupación actual, esto no quita el que siga siendo uno de los negocios más ricos económica y mediáticamente.
Referencias e imagen: Memoriachilena.cl
Otros datos: Latercera.cl
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