martes, 26 de mayo de 2009

Representando Chile. Entre el Iceberg del ’92 y la Semilla Urbana del 2010



¿Qué imagen país de exportación tiene Chile hoy?
Faltando un año para la inauguración de la Exposición Universal de Shanghai 2010, se ha abierto un debate sobre el proyecto del pabellón chileno para dicha instancia. Los responsables han optado por diseñar una muestra a la medida de quienes visitarán estas exposiciones, vale decir, el ciudadano medio chino.

La idea-fuerza del montaje es “La Semilla de la Nueva Ciudad”, sostenida en la arquitectura de espacios para las relaciones humanas, a través de una experiencia inolvidable y emotiva para el visitante. El pabellón se estructurará en base a formas orgánicas, utilizando vidrio, madera y acero, y emulando un recorrido por la ciudad ideal.

El debate se centra en qué tan convincente puede ser una propuesta de urbanismo idílico proveniente de nuestro país y en lo poco representativo de Chile que resulta el proyecto. Sumado a ello, está el factor de que el grupo a cargo del diseño del pabellón, la firma Sabbagh Arquitectos, no fue elegido a través de licitaciones, cosa que molesta a varios.

Pero no es primera vez que se genera polémica alrededor de la creación de un pabellón representativo de Chile para una exposición universal. Ocurrió también para la Exposición Universal de Sevilla en 1992. Se conmemoraban 500 años desde el descubrimiento de América y se preparaba esta enorme exposición en España, donde los países latinoamericanos fueron llamados a representar a sus naciones en pabellones particulares, incluyendo sus realidades, costumbres y características distintivas. Y Chile dio bastante de qué hablar.

Con Juan Guillermo Tejeda como Director artístico de contenidos, el equipo a cargo en esa ocasión, decidió mostrar un reflejo de Chile actualizado, distinto y reconocible. El proyecto se resumía en tres conceptos: Chile país diferente, Chile país ganador y Chile país moderno. El objetivo principal era cambiar la remota, primitiva y decadente visión existente en Europa, y de paso en el resto del mundo, hacia nuestro país. Acabar con la imagen del “Chile de pasado trágico” o “de otro país tropical más”.

El pabellón fue construido con madera de pino radiata y cubierta de cobre, para representar a un país importante en recursos naturales. En su interior, se dispuso de “El Mercado de los Méritos”, que emulaba la estructura de un mercado y ofrecía cajas tipo souvenir con imágenes chilenas diversas, como paisajes, comidas, arte y personajes, dispuestos en góndolas de metal. También había esculturas y pinturas de representantes artísticos nacionales, como Matta, Zamudio, Balmes, Bororo y Benmayor. Pero la figura central y protagónica de la exposición fue un iceberg llevado desde la Antártica chilena hasta Sevilla, que se mantuvo erguido durante todo el periodo de la muestra gracias a la inversión en tecnología de refrigeración de primer nivel. Se quería llevar algo poco común y difícil de imaginar al pabellón chileno. Si bien se ligaba conceptualmente con el viaje al fin del mundo, el frío y la majestuosidad que se querían reflejar como elementos distintivos, cumplía más bien con poner a Chile en la parrilla mediática mundial, y se logró con creces.

Hubo quienes se sacaron el sombrero frente a la exposición chilena, y también detractores. Uno de los principales fue Bernardo Subercaseaux, doctorado en Literatura, que cuestionó las malas lecturas que provocaban los símbolos elegidos, el daño ecológico que pudo haber causado la aventura del traslado del iceberg y la falsa representatividad de nuestro pueblo. Esta última crítica coincide con la que ha aparecido hoy en día respecto al nuevo proyecto de pabellón chileno para Shanghai 2010, y no me parece coincidencia.

Llevamos mucho más de una década jugando a representar Chile, estos son solo dos ejemplos puntuales de ello, y demuestran que pese al paso del tiempo y de las distintas perspectivas de los responsables no se ha logrado aún estar ni cerca de un consenso. Pero no estoy seguro de que eso sea absolutamente malo. Puede sonar ridículo, pero lo que ha definido a Chile a nivel global históricamente, tiene mucho que ver con la falta de definiciones exactas y el exceso de intentos. Entre el iceberg del ’92 y la semilla urbana del 2010 hay un universo inmenso por conocer, o reconocer. Hay que seguir buscando entonces, y no casarse con cualquier idea por original, pomposa y moderna que sea. Como dijo Ignacio Agüero, cineasta a cargo de la película de seguimiento del iceberg desde la Antártica hasta Sevilla:

“¿Qué es ser chileno? No tengo idea. Este país siempre anda chocando con un problema de identidad. Al final nunca la encuentra y eso hace que sea entretenido buscarla.”

Imagenes, datos y referencias: Guillermo Tejeda, “El Pabellón de Chile; Huracanes y maravillas en una exposición universal”.
Bernardo Subercaseaux, “Chile, ¿un país moderno?”.
Soledad Villagrán Varela, “Pabellón de Chile En Shanghai 2010: Aristas para proyectar una imagen de país”, Revista Vivienda y Decoración, El Mercurio, Sábado 23 de mayo de 2009.

3 comentarios:

  1. Encuentro que el proyecto nuevo es una verdadera idiotez. Es cierto que uno puede cuestionar la propuesta de Tejeda para Sevilla, pero en términos generales, me parece mucho más seria y al menos relacionada con elementos chilenos.

    Lo otro preocupante, es que sean arquitectos los que representen Chile. Si hay profesionales que mal le han hehco a nuestro país son los arquitectos, que se han encargado de destruir una y otra vez nuestras ciudades sin ninguna visión de ciudad decente.

    Y más falso, que quieran decir que somos un país ejemplo al respecto

    Como siempre, mis respetos.

    Saludos, El Cerdo

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  2. Que complejo tratar de representar un país como el nuestro, tan largo, diverso, heterogeneo y con tanto aporte de las diversas olas migratorias que hemos tenido.

    Solo por preguntar estarán en esta muestra cosas tan diversas como:
    La arquitectura "tradicional" que es tan distinta en el norte, centro y sur; los climas variados -desde el desertico hasta el congelado de la antartida- pasando por Pascua, la cordillera y la costa; vestimentas caracteristicas de cada zona, comidas de cada localidad, y así muchas cosas más. No deberían faltar los productos "exportables".

    Ojalá que la cosa sea mas del nivel de la muestra en expo sevilla, que el cartel cocacola del que hablaste anteriormente.

    Anabella

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  3. Es probable que cualquier propuesta que hubiera, hagala quien la haga, sería discutida. Pero no se puede negar que el proyecto de Chile en la Expo Sevilla '92 logró su cometido más nuclear, vale decir, poner a nuestro país en la palestra, y de paso, hacernos discutir a nosotros mismos sobre lo que somos y lo que representa nuestra nación.

    Respecto al tema que plantea Felipe, de que una firma de arquitectos esté a la cabeza de la actual misión para Shangai 2010, me parece por lo menos extraño que no se cuente con diseñadores, artistas u otro tipo de profesionales (como en Sevilla) para llevar a cabo un proyecto integral, que pese a estar centrado en lo urbano, requiere absolutamente de una propuesta de imagen-país y un desarrollo de identidad visual potente.

    Además, respondiendo a lo que pregunta Anabella, sobre la inclusión urbana de todos los paisajes de norte a sur y de mar a cordillera en el actual pabellón chileno, entiendo que no está planeado así, pues la idea es construir una ciudad ideal, sin mayores símbolos ni representaciones directas de Chile. Por eso se ha lanzado la pregunta de quiénes somos nosotros para proponer una maqueta de la ciudad ideal a tamaño natural, si no somos un ejemplo en urbanismo moderno a nivel mundial.

    Gracias por pasar y comentar.

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