lunes, 1 de junio de 2009
Condorito a la conquista latinoamericana
¿Condorito sigue siendo símbolo del chileno popular? El cóndor es uno de los íconos más antiguos que se conservan en nuestro país. Está presente en el escudo de Chile junto al huemul, y el pasar del tiempo lo llevó incluso a transformarse en uno de los personajes más conocidos a nivel latinoamericano en las caricaturas bajo el nombre de Condorito.
Fue creado por René Ríos, más conocido como Pepo, como referente de la idiosincrasia local, mezclando el ave nacional, con el roto chileno y el huaso típico. La representación de chilenidad del cómic se refuerza con sus compañeros de aventuras. Se trata de personajes fuertemente estereotipados, como el borracho, el compadre, la linda, el canchero o la suegra, que se relacionan en situaciones y lugares populares. Cada personaje es ícono de un tipo de persona que podríamos encontrar casi en cualquier barrio o comunidad de nuestro país, y quizás también de otras naciones.
Jorge Montealegre, escritor e investigador del humor gráfico, define a Condorito como un Cóndor tipo Huemul. Esto debido a que desde su creación guarda una imagen autodegradada del chileno típico, pues en vez de tener las características de fortaleza, grandeza y majestuosidad que se le atribuyen siempre al ave del escudo nacional, es un personaje empeñoso, hospitalario, de compadrazgos, espontáneo, ingenioso, con rasgos de lo popular, lo masculino y lo pícaro. Estos elementos podrían ser tomados como características de la identidad latinoamericana en general, más que las del chileno común. No estoy tan seguro que hoy en día estas cualidades de Condorito correspondan del todo al estereotipo nacional.
El personaje ha ido mutando y se ha ido latinoamericanizando con el correr de los años, al igual, quizás, que el mismísimo pueblo chileno. La evolución del dibujo mismo es cada vez menos tosco y animalesco, y más humano y genérico. Si bien mantiene sus pantalones negros parchados y sus sandalias tipo ojotas de campo, su pico y su cola de cóndor se achicaron bastante, y pasó del poncho a una polera roja, probablemente creada en sus inicios como referencia a la camiseta de La Roja, de nuestra selección de fútbol.
El código de Condorito es cada vez más universal. Borracho o presidiario, doctor o futbolista. Huyendo del compromiso con Yayita o insultando a su suegra. Poco importan la profesión o anécdota presentadas en cada nuevo chiste. Es una caricatura de lectura sencilla y bastante transversal. Cada vez son menos los elementos específicos y únicos de Chile. ¿Acaso la variedad de colores en sus tiras cómicas no es más viva que la existente en nuestras ciudades, construcciones y hasta en nuestras vestimentas en general?.
Su éxito, y obvio entendimiento internacional, queda demostrado por los buenos dividendos del cómic “Condorito” en alrededor de quince países centro y sudamericanos, y Estados Unidos. Si Condorito puede aún ser catalogado como el chileno-tipo y lo aceptamos como un fiel símbolo patrio, estamos aceptando la falta de existencia o al menos especificidad de características autóctonas o propias que definan a los chilenos, que los representen y distingan de los demás. Su ejemplo podría llevar a Chile a una inminente homogenización con el resto del continente, visión que tal vez no agrade a muchos, o por otro lado, asumiendo las falencias identitarias propias (sean cuales sean las razones de ello), a la articulación de una actitud amable, despierta y con sentido del humor, entre nosotros mismos y con el extranjero, superando las barreras territoriales, en pos de la conquista latinoamericana, y hasta mundial.
Algunos datos: Jorge Montealegre, “Pepo y el cóndor de Chile”.
Otros referentes: Condorito.cl / MemoriaChilena.cl
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